La aseguradora de crédito francesa Coface perfiló en un reporte los pros y contras de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el candidato de la alianza Juntos Haremos Historia a la Presidencia de México y puntero en las encuestas.
Las elecciones de México están programadas para el 1 de julio de 2018. Básicamente el país solo ha sido gobernado por uno de dos partidos. El PRI se mantuvo en el poder por siete décadas hasta el año 2000, cuando el centroderechista PAN ganó la carrera electoral. Este último partido gobernó al país 12 años, hasta que Enrique Peña Nieto tomó posesión en 2012.
Sin embargo, esta tradición bipartidista puede que se rompa este año: la escalada de violencia en el país y una insatisfacción general con la clase política tradicional pesan en esta competencia electoral. Actualmente, el candidato antisistema López Obrador encabeza las encuestas por un amplio margen. Este es su tercer intento de ser presidente.
Conforme a las encuestas de Parametría, de principios de abril de 2018, AMLO tenía 38% de la intención de voto, seguido por Ricardo Anaya, del PAN (20%), y José Antonio Meade, del PRI (16 por ciento).
De acuerdo con la Coface, no obstante, en las últimas semanas, las oportunidades de Anaya han disminuido, ya que ha sido acusado de lavado de dinero, mientras que Meade carga la imagen negativa del PRI.
Además, ya que las elecciones de México consisten en una sola ronda de votaciones, un candidato puede ganar con un respaldo relativamente débil. Con la intención de atraer a los votantes desalentados, AMLO ha prometido enfrentar a la corrupción y restaurar la seguridad.
Aunque, históricamente él se ha manifestado en contra de la inversión privada en industrias tradicionalmente dirigidas por el Estado (por ejemplo la reforma energética de 2013), recientemente el candidato “ha suavizado su retórica y ha adoptado un discurso más moderado”, dijo la Coface.
A principios de abril de 2018, él emitió una carta en la cual prometió adoptar una política económica responsable y respetar el estado de derecho y la propiedad privada.
También ha prometido no dar marcha atrás a la reforma energética y ha dicho que trabajará con el sector privado en proyectos de infraestructura. Sin embargo, una potencial administración de AMLO enfrentará desafíos.
“La divergencia ideológica entre sus aliados políticos puede obstaculizar la habilidad para construir una fuerte coalición y el apoyo del Congreso. Si él gana, es probable que haya cierta volatilidad cambiaria y un impacto negativo de corto plazo en la confianza empresarial”, dijo la Coface.