Cerca de 1.9 millones de trabajadores extranjeros representan aproximadamente 95% de la población económicamente activa de Qatar.
Qatar es un país rico en hidrocarburos, con una población autóctona pequeña en relación con la comunidad de expatriados.
El PIB per cápita ascendió a 62,800 dólares en 2019. Como se indica en la Visión Nacional 2030 de Qatar, el país perseguirá el objetivo de la diversificación económica en el próximo decenio, y tratará de construir una economía menos dependiente de los recursos petrolíferos y con un sector privado más amplio.
Trabajadores extranjeros
La construcción de infraestructura para la celebración de la Copa Mundial de la FIFA de 2022 supuso un importante estímulo económico.
En los últimos años, de acuerdo con la OMC, Qatar vivió tres grandes conmociones económicas. La primera de ellas dio comienzo en 2014, cuando la disminución de los precios del petróleo repercutió en el precio del gas natural, principal producto de exportación y fuente de ingresos del Gobierno de Qatar.
Se adoptaron entonces medidas para frenar el gasto público y se mantuvo la disciplina fiscal, y los precios se recuperaron parcialmente en 2017 y 2018.
Aprovechando la reforma de los precios internos de los combustibles llevada a cabo en 2016, consistente en elevar esos precios a los niveles del mercado mundial y someterlos a ajustes periódicos para reflejar la evolución de los precios internacionales, también se aumentaron los precios de los servicios públicos (agua y electricidad) aplicados a las empresas y a los hogares no qataríes.
En junio de 2017 la economía sufrió la segunda conmoción a raíz de la decisión adoptada por el Reino de la Arabia Saudita, el Reino de Bahrein, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos de cortar los lazos económicos y comerciales y la mayoría de las conexiones de transporte con Qatar. La diferencia tocó a su fin oficialmente el 5 de enero de 2021.
Las medidas tuvieron importantes efectos negativos a corto plazo, como la fuga de capitales.
Sin embargo, Qatar hizo uso de su fondo soberano de inversión, al que se puede recurrir en situaciones de emergencia, para estabilizar la economía.
En lo que respecta al comercio, se sintieron efectos menores de la ruptura diplomática principalmente en las importaciones.
La caída del comercio en el marco del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) se compensó con un aumento de las importaciones procedentes de otras fuentes, en particular de los Estados Unidos, Turquía y Omán.
La parte correspondiente a las importaciones de la Unión Europea, China y la India también aumentó con respecto a 2014. Los países asiáticos absorben más del 80% de las exportaciones de Qatar, que están dominadas por las ventas de gas natural licuado (GNL), petróleo crudo y otros productos del petróleo.