El maíz lideró las importaciones de productos del sector agroalimentario en México en 2020, de acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura.
En el año pasado, las compras externas de este grano sumaron 3,090 millones de dólares, un baja de 3.2% frente a 2019.
Con ello, las importaciones mexicanas de maíz superaron a las de habas de soya, carne de puerco y trigo.
En síntesis, el maíz es el producto agrícola más importado por México, el más cultivado por los agricultores mexicanos y un símbolo poderoso precolombino por su importancia en los campos de la economía, la política y la sociedad.
Si bien la economía mexicana tiende a ser autosuficiente en la variedad blanca (harinero), registra un déficit de amarillo, usada en los sectores pecuario e industrial.
Las importaciones de maíz en México han registrado altibajos en los últimos años, totalizaron 2,852 millones de dólares en 2017 y 3,289 millones de dólares en 2018.
Maíz
A nivel global, el costo de este grano generalmente se ve afectado por factores como la oferta y la demanda, el clima, las políticas y programas gubernamentales y un programa de gestión de riesgos que se utiliza para proteger contra la volatilidad de los precios de estos productos básicos.
El precio está influenciado por las condiciones climáticas y otros factores que afectan el rendimiento de los cultivos, los cambios en la superficie asignada al maíz frente a otros cultivos importantes y factores económicos y regulatorios generales.
Estos factores incluyen políticas y subsidios gubernamentales con respecto a la agricultura y el comercio internacional, y la oferta y la demanda global y local.
La importancia y el efecto relativo de estos factores sobre el precio es difícil de predecir.
Sobre todo con Estados Unidos como primer proveedor de maíz en México, estas adquisiciones también se originaron en Brasil y, marginalmente, Tailandia y Argentina.
Hoy día, el maíz es el grano de alimentación para ganado más producido en Estados Unidos.
Las dos mayores demandas de la cosecha de maíz de los Estados Unidos se utilizan en la alimentación del ganado y la producción de etanol.
También se procesa en productos alimenticios e industriales, incluidos almidón, edulcorantes, aceite de maíz, bebidas y alcohol industrial.