El Indicador IMEF Manufacturero registró en febrero un aumento de 4.1 puntos y se ubicó en 54.3 unidades en su serie desestacionalizada.
Como otros índices anticipados, este indicador varía en un intervalo de 0 a 100 puntos y el nivel de 50 puntos representa el umbral entre una expansión (mayor a 50) y una contracción (menor a 50) de la actividad económica.
Por su parte, el Indicador IMEF No Manufacturero se mantuvo sin cambio en 50.7 unidades.
De acuerdo a los últimos datos del Indicador IMEF, durante el segundo mes del año el sector no manufacturero registró un comportamiento similar al de enero, caracterizado por una débil expansión.
En tanto, el sector manufacturero mostró un repunte significativo, el cual se basó en un mejor desempeño de todos sus subíndices.
“No obstante, habrá que contar con más observaciones mensuales para verificar si este resultado representa un evento transitorio o bien augura un mejor desempeño de la actividad en el sector manufacturero del que anticipábamos en el primer boletín del año”, dijo el IMEF en su reporte mensual.
El Indicador Global de Actividad Económica (IGAE), publicado por el INEGI y correspondiente al último mes de 2018, mostró una caída generalizada en todos sus componentes. No fue sorpresa que tanto las actividades primarias como secundarias cayeran a tasas mensuales de 2.76 y -0.44%, respectivamente.
De hecho, la industria no creció en ningún mes durante el último trimestre del año. En todo caso, la sorpresa se dio en el indicador terciario (servicios), que con ajuste estacional registró una caída mensual de 0.6%. En línea con este descenso, los datos de ventas al menudeo registraron una caída mensual de 3.2% en diciembre.
Actividades terciarias
El sector servicios, por el lado de la oferta, y el consumo privado, por el lado de la demanda, han sido el motor del crecimiento económico en los últimos años. Así, dado el débil desempeño de la industria y la inversión en el actual ciclo económico, es necesario que el consumo y los servicios no intensifiquen ni prolonguen su mal desempeño, para que las perspectivas económicas no sigan deteriorándose, comentó el IMEF.
“Se han intensificado los riesgos para el crecimiento al iniciar el año en curso, debido al desabasto de gasolina en algunas entidades federativas, los bloqueos a las vías férreas en Michoacán y una menor actividad en la industria petrolera, desde la extracción hasta la refinación y la distribución”, dijo.
Por otra parte, como se espera que la economía de Estados Unidos crezca menos este 2019, las proyecciones económicas de México se han estado ajustado a la baja. De hecho, el Banco de México ha movido sus pronósticos de crecimiento anual de un rango de 1.7%–2.7% a uno de 1.1%- 2.1% para el 2019.