Las empresas se enfrentan a una baja penetración de los mercados de capitales en América Latina en comparación con lo que sucede en Estados Unidos, de acuerdo con la empresa LatAmGrowth.
En la actualidad, hay un gran número de empresas privadas y familiares en América Latina que están experimentando cambios generacionales y están abiertas a nuevas fuentes de capital y buscan crear valor a través de la expansión y el crecimiento, así como empresas propiedad de fondos de capital privado locales que buscan monetizar sus inversiones dado que se encuentran al final de su ciclo de fondos.
LatAmGrowth indica que estas empresas se enfrentan a una baja penetración de los mercados de capitales en América Latina, como demuestra la baja relación entre la capitalización bursátil de las empresas nacionales que cotizan en bolsa y el PIB, por detrás de otros mercados de capitales bien desarrollados, 37, 39, 68 y 73% respectivamente para México, Colombia, Brasil y Chile frente a 158% de Estados Unidos, según el Banco Mundial.
Mercados de capitales
A menudo, estas empresas privadas de América Latina tienen dificultades para acceder al capital en las últimas etapas, principalmente debido al tamaño limitado de la base de inversores locales y a que los inversores institucionales locales tienden a dar prioridad a las inversiones a través de grandes actores establecidos.
Por ello, LatAmGrowth estima que existen varias empresas privadas en la región, con valoraciones superiores a los 500 millones de dólares.
El perfil demográfico de la región latinoamericana es favorable, incluyendo, según el Banco Mundial, una gran base de población de 646 millones (aproximadamente el doble de la población de Estados Unidos y una creciente clase media con una renta disponible que se espera que crezca a un ritmo del 5.5% entre 2022-2025, de acuerdo con la Economist Intelligence Unit (EIU).
América Latina se encuentra en plena realización de un dividendo demográfico, con una edad media ponderada de 31 años, según Fitch Solutions, que es 9 años más joven que la mediana de los mercados desarrollados, según las Naciones Unidas.
Esta población alcanzará su máximo poder adquisitivo al entrar en una edad óptima para el consumo discrecional.
Además, estos países están poniendo a sus jóvenes a trabajar. Datos del Banco Mundial muestran que la fuerza laboral ascendió a 315 millones en 2019 y a 111 millones en 2021 con una Tasa de Crecimiento Anual Compuesta esperada de 0.8% entre 2022-2025, mientras se mantiene una tasa de desempleo de 8.0%, según EIU.