La canciller alemana, Angela Merkel, informó este miércoles que la Unión Europea debe buscar una «posición común» con otros países afectados por los aranceles que fijó Estados Unidos a las importaciones de acero y aluminio.
En una comparecencia en el Bundestag (Cámara Baja), Merkel dijo que Alemania seguirá defendiendo un comercio internacional abierto y justo, basado en las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
“Debemos adoptar una posición común, todos aquellos que están preocupados con los aranceles”, comentó.
Merkel, quien encabeza el Partido Democrático Cristiano (CDU) de centroderecha de Alemania, ganó un cuarto mandato en una elección federal del 24 de septiembre de 2017. Ha disfrutado de un apoyo público sin precedentes durante la mayor parte de su tiempo en el cargo.
Merkel se ha enfrentado a fuertes críticas, incluso del presidente estadounidense, Donald Trump, por dar la bienvenida a la afluencia de refugiados que huyen de la persecución en Siria y en otros lugares.
Aproximadamente 1.1 millones de refugiados y migrantes llegaron a Alemania en 2015, si bien el número cayó significativamente en 2016. Aunque muchos alemanes apoyaron la decisión y ayudaron a dar la bienvenida a los recién llegados, la escala de los flujos ha causado tensiones sociales y ha alimentado la oposición política interna a Merkel.
Este miércoles, Merkel consideró que Canadá y México deben estar en ese grupo de países con una posición común y se mostró escéptica con respecto a la posibilidad de que la cumbre de líderes del G7, a celebrarse el 8 y 9 de junio, incluya un compromiso común a favor del libre comercio y en contra del proteccionismo.
«Por supuesto, trataré de hablar con el Presidente estadounidense sobre los actuales problemas que tenemos en general, en particular sobre Irán y los aranceles», dijo Merkel.
Estados Unidos anunció el 8 de marzo que fijaría aranceles globales de 25% a las importaciones de acero y de 10% a las de aluminio, argumentando preocupaciones de seguridad nacional, y otorgó a 34 países exenciones, las cuales mantuvo a cambio de límites a través de cupos para los casos de Brasil, Argentina, Corea del Sur y Australia, mientras las extendió sólo hasta el 1 de junio para México, Canadá y las 28 naciones de la Unión Europea. Inicialmente, estas tarifas entraron en vigor el 23 de marzo.
Esta acción fue resultado de investigaciones realizadas entre abril de 2017 y enero de 2018 por el Departamento de Comercio de Estados Unidos bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962. Sus informes concluyeron que las importaciones de ambos metales amenazan la seguridad nacional de Estados Unidos y recomendaron la imposición de restricciones comerciales.
Sin embargo, la Unión Europea considera que estas medidas están destinadas principalmente a proteger a la industria nacional estadounidense de la competencia de las importaciones.
Desde la visión del bloque comunitario, cualquier justificación de seguridad nacional parece muy débil: el Secretario de Defensa estadounidense ha declarado públicamente que los requisitos militares de Estados Unidos representan no más de 3% de la producción estadounidense y que el Departamento de Defensa puede adquirir el acero y aluminio que necesita.