Los mandatarios de México y Alemania abordarán previsiblemente el asunto de los respectivos déficits que tienen con Estados Unidos en el comercio de productos, considerando la preponderancia que su homólogo estadounidense, Donald Trump, ha dado sobre ello.

La canciller alemana, Angela Merker, y el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, se reunirán este viernes y sábado, durante una visita oficial que ella hará a México.

China fue el mayor exportador de productos en el mundo durante 2016, con 2.1 billones de dólares, y las dos siguientes posiciones no están muy distantes, con Estados Unidos en el segundo lugar (1.45 billones) y Alemania en el tercero (1.34 billones).

Alemania es un competidor global de Estados Unidos en el campo del comercio internacional de productos; mientras que México es un competidor de su vecino del norte en forma regional y, a la vez, un aliado creciente en cuanto a la producción industrial compartida, especialmente en las manufacturas.

A su vez, Alemania se ha consolidado como una nación estratégica para México en cuando que es su principal socio comercial en Europa, un destacado inversionista y un proveedor de insumos, maquinaria y equipo de alta calidad.

Durante 2016, Estados Unidos registró su principal déficit comercial, como porcentaje del total de su volumen de comercio, con Irlanda (65.3%), seguido por China (60%), Italia (45.9%), Alemania (39.7%), India (35.9%) y Japón (35.3 por ciento).

En esa misma relación, el déficit comercial con México fue de 12%, de acuerdo con datos del Buró de Censos estadounidense.

Ese porcentaje fue considerado como “moderado” por la Secretaría de Economía, dado que se ubica en la posición 11 entre los mayores saldos negativos de Estados Unidos, tomando en cuenta esa misma relación.

De acuerdo con la Secretaría de Economía, el intercambio de bienes no es una actividad de suma cero. Por ejemplo, el déficit comercial en un país le permite financiar mayores cantidades de inversión de lo que sería en ausencia del comercio.

Las importaciones y las exportaciones permiten también a las empresas norteamericanas especializarse y aumentar su productividad, y los consumidores tienen acceso a un conjunto más amplio de productos a mejores precios.

De hecho, los mayores déficit comerciales en una economía se asocian generalmente con períodos de la extensión económica (el ingreso adicional de los hogares se gasta parcialmente en más importaciones).