La protección arancelaria a la actividad manufacturera de México es relativamente baja, con un arancel de Nación más Favorecida (NMF) promedio de 4.6% en 2016.
México mantiene contingentes unilaterales para la importación de ciertos productos manufacturados, que incluyen: filamento de poliéster, vehículos automotores y juguetes.
En la OMC, cada nación establece topes a sus aranceles y está obligada a dar a todos la condición de NMF, expresión que parece sugerir que se trata de algún tipo de trato especial para un país determinado, pero que en realidad significa cobrar sus respectivas tarifas a la totalidad de miembros por igual.
Aunque México mantiene una red de TLC, el sector manufacturero sigue dependiendo en fuerte medida de la demanda de los Estados Unidos, el principal consumidor de manufacturas mexicanas.
Un estudio reciente del Banco de México encontró evidencia de que la sincronización entre ambas economías se mantiene y que la correlación entre las exportaciones manufactureras de México a los Estados Unidos y la producción manufacturera de ese país son elevadas.