México ayudó con su proveeduría de autopartes a que plantas armadoras de vehículos automotrices en Estados Unidos sigan operando, por lo que no es fácil para la economía estadounidense salirse del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), declaró el presidente Barack Obama.

La posición de Obama fue fijada en su primera conferencia de prensa tras las elecciones presidenciales del 8 de noviembre y en un contexto en el que Donald Trump, el candidato ganador, propuso en su campaña subir aranceles a las partes automotrices originarias de México.

“Si sólo eliminas acuerdos comerciales con, por ejemplo, México, hay una cadena comercial donde las partes automotrices permitieron que las fábricas que estaban a punto de cerrar sigan operando, gracias a la importación de algunas partes de México. Entonces no es tan simple como parece”, dijo Obama.

México desplazó a Canadá como primer destino de las exportaciones estadounidenses de partes automotrices, y ambos países captan en conjunto cerca de 75% de las ventas externas de estos productos de Estados Unidos.

En 2015, el valor de las exportaciones estadounidenses de partes de automóviles fue de casi 81,000 millones de dólares. En orden descendente, los cinco primeros mercados de estas ventas en el año pasado fueron: México, Canadá, China, Alemania y Japón.

Del total de esas exportaciones, a México se dirigieron alrededor de 30,000 millones de dólares y a Canadá, 29,000 millones.

“Una de las cosas maravillosa de Estados Unidos es que cuando se trata de los asuntos globales, el Presidente es el líder de todos los poderes, pero la influencia y el trabajo que hacemos es el resultado de un sinnúmero de interacciones”, respondió Obama al preguntársele sobre el papel del país en el escenario mundial con el Gobierno de Trump.