México captó 830 millones de dólares de Inversión Extranjera Directa (IED) en la producción de autos y camiones en el primer semestre de 2019, según datos de la Secretaría de Economía.
El resultado refleja una tendencia a la baja considerando que México recibió por este rubro 3,882 millones de dólares en todo el año 2017 y 3,333 millones de dólares en 2018.
Sin embargo, hay dos consideraciones importantes en ese marco: ya se preveía que no habría anuncios de nuevas plantas ensambladoras en el corto plazo y, por otro lado, los flujos de IED son preliminares.
Autos e capitales
En total, tomando en cuenta todos los sectores productivos, México captó 5,703 millones de dólares de IED en el segundo trimestre de 2019, una baja de 15.2% frente a la cifra preliminar del mismo periodo de año pasado.
En forma desglosada las inversiones nuevas fueron por 1,797 millones de dólares (una alza de 20.2%), las reinversiones por 2,205 millones (un aumento de 70%) y las cuentas con la matriz por 1,701 millones (un descenso de 56.8 por ciento).
La información reportada únicamente considera inversiones realizadas y formalmente notificadas ante el Registro Nacional de Inversiones Extranjeras de la Secretaría de Economía; de ahí su carácter preliminar y el que sufran actualizaciones a la alza en los trimestres sucesivos.
Por ejemplo, en el caso del segundo trimestre de 2018, la cifra preliminar difundida por la Secretaría de Economía totalizó 6,727 millones de dólares, un monto que se ha venido actualizando hasta alcanzar ahora los 9,023 millones de dólares.
Integración regional
En el sector automotriz, la expansión del comercio ha resultado en la creación de relaciones de suministro vertical en toda América del Norte.
El flujo del comercio de mercancías automotrices entre los Estados Unidos y México aumentó en gran medida la importancia de América del Norte como sitio de producción de automóviles.
Según los expertos de la industria, la industria automotriz de América del Norte tiene «conexiones de varias capas» entre los proveedores y puntos de reunión de los Estados Unidos y México. Un artículo del Wall Street Journal describe cómo un automóvil producido en Estados Unidos tiene decenas de miles de piezas que provienen de múltiples productores en diferentes países y viajan de un lado a otro varias veces.