El gobierno de México se adhirió a la Iniciativa Global contra Redes de Pesca Fantasma (Global Ghost Gear Initiative o GGGI, por sus siglas en inglés) el pasado 20 de octubre.
Previamente, el 16 de julio, el Departamento de Estado anunció que Estados Unidos se unió formalmente como gobierno miembro de esta asociación de múltiples partes interesadas, uniéndose a otros 15 gobiernos y 85 socios no gubernamentales.
Un mes antes, el Departamento de Estado firmó una declaración de apoyo a la Iniciativa Global contra Redes de Pesca Fantasma prometiendo asistencia continua del Gobierno de los Estados Unidos para abordar los aparejos de pesca abandonados, perdidos o desechados.
Este tipo de escombros, también conocido como “equipo fantasma”, puede ser una de las formas más dañinas de escombros marinos en el océano global, causando graves impactos al medio ambiente, así como a los muchos sectores económicos que dependen de un océano saludable para obtener ingresos.
La Iniciativa Global contra Redes de Pesca Fantasma es la iniciativa internacional más importante que trabaja para abordar el problema de los equipos fantasma y tiene una amplia representación en la industria, el gobierno y la sociedad civil.
Asimismo, según el gobierno estadounidense, la iniciativa Global contra Redes de Pesca Fantasma realiza un trabajo muy necesario para medir los impactos del equipo fantasma y para desarrollar, compartir y documentar las mejores prácticas para abordarlo.
Iniciativa Global contra Redes de Pesca Fantasma
Atendiendo sus compromisos en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), la Secretaría de Economía dijo que México avanza en la protección de los océanos.
En abundancia, la Iniciativa Global contra Redes de Pesca Fantasma es la alianza multisectorial más grande del mundo para impulsar soluciones al problema de las redes de pesca perdidas, abandonadas o desechadas de otro modo, mejor conocidas como “redes fantasma”.
Los objetivos de la Iniciativa consisten en mejorar la situación de los ecosistemas marinos, proteger la fauna del daño generado por estas redes, así como contribuir a la salud y los medios de vida de las comunidades humanas.
La adhesión de México se decidió tras un periodo de consulta intersecretarial entre autoridades federales competentes, el cual fue coordinado por la Secretaría de Relaciones Exteriores e incluyó a las Secretarías de Marina, de Agricultura y Desarrollo Rural, de Medio Ambiente y Recursos Naturales, y de Economía, además de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca, del Instituto Nacional de la Pesca, de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.
De acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza, las redes fantasma constituyen la forma más letal de plástico marino, ya que capturan la vida silvestre de manera no selectiva y ocasionan su muerte.
Según esta organización, entre 500,000 y 1 millón de toneladas de equipos de pesca se abandonan o se pierden en el océano cada año.
La GGGI fue creada en septiembre de 2015 y, al día de hoy, incluye participantes de la industria pesquera, la academia, los sectores público y privado, organizaciones intergubernamentales y de la sociedad civil.
México es el décimo séptimo país del mundo que manifiesta su formal adhesión a esta importante iniciativa internacional.