México firmó un acuerdo paralelo automotriz en el marco de la renegociación de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.
El documento se garantiza un límite de exportaciones mexicanas de autos con arancel cero al mercado estadounidense si el presidente Donald Trump decide imponer medidas restrictivas unilaterales a nivel mundial, a través de la Sección 232.
El acuerdo lateral permitiría a Estados Unidos establecer aranceles por «seguridad nacional» a las importaciones que estén por encima del límite de 2.4 millones de vehículos originarios de México al año.
Ese monto es 40% superior a los automóviles que México vendió a su vecino del norte. En 2017, casi 1.8 millones de autos ligeros y vehículos utilitarios deportivos (SUV, por su sigla en inglés) se exportaron a Estados Unidos desde México.
Seguro contra aranceles
Una investigación de la Sección 232 de Estados Unidos se lleva a cabo bajo la autoridad de la Ley de Expansión Comercial de 1962, enmendada.
El objetivo de la investigación es determinar el efecto de las importaciones en la seguridad nacional. Las investigaciones pueden iniciarse con base en una solicitud de una parte interesada, una solicitud del jefe de cualquier departamento o agencia, o pueden ser iniciadas por el Secretario de Comercio.
El informe del Secretario al Presidente, preparado dentro de los 270 días posteriores a la iniciación, se centra en si la importación del artículo en cuestión se produce en tales cantidades o en circunstancias tales que amenaza con perjudicar la seguridad nacional.
Con ese marco legal, el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, inició el 23 de mayo una investigación sobre si las importaciones de automóviles, camionetas, autopartes y camiones livianos representan una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos, lo que podría concluir en la fijación de aranceles globales a esos productos.
Tope a producción
“Es un seguro para México por si (Trump) lo hace”, dijo Ildefonso Guajardo, secretario de Economía en una entrevista radiofónica, en referencia a la investigación de la Sección 232, un recurso legal que ya uso para aumentar las tarifas a la importación de acero y aluminio y que varios países han cuestionado que viola las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
“México es el primer país que tiene un acuerdo paralelo, que parte de nuestra capacidad total productiva en México, que es de 1 millón 700,000 vehículos a la capacidad propia de exportación a Estados Unidos y, sobre ello, le pusimos un 40% adicional de crecimiento”, dijo Guajardo.
“Entonces, y eso es para enfrentar un elemento que no está en el acuerdo, que quién sabe que quieren hacer con ello vía resto del mundo porque es parte de su debate con Japón y Europa, pero en el caso que quieran hacer amenazas en ese sentido, México es el país a quien no le va hacer absolutamente nada”, añadió.
Acuerdo paralelo en autopartes
El pacto lateral permitiría aranceles sobre las importaciones de autopartes por un valor que supere los 90,000 millones de dólares anuales, por los mismos motivos, según las fuentes referidas por Reuters. Guajardo no comentó sobre autopartes.
En 2017, México exportó partes automotrices a Estados Unidos por un valor de 56,292 millones de dólares.
Es probable que la Administración utilice los aranceles en parte para presionar a los países afectados para que entablen negociaciones comerciales más amplias, como las conversaciones de liberalización comercial recientemente anunciadas entre los Estados Unidos y la Unión Europea, pero no está claro qué resultados específicos busca la Administración.
Guajardo dijo que México mantiene su derecho de aplicar medidas de represalia si Estados Unidos aplica esta medida.
El Presidente de Estados Unidos puede estar de acuerdo o no con las recomendaciones del Secretario de Comercio, y tomar medidas para “ajustar las importaciones de un artículo y sus derivados” u otras acciones no relacionadas con el comercio según se considere necesario.