México es el principal comprador de maíz de Estados Unidos, con importaciones por 2,300 millones de dólares el año pasado, lo que representó alrededor de 25% de la producción estadounidense.

También compra alrededor del 8% de la carne de cerdo estadounidense y, en general, es el tercer mercado de exportación de productos agrícolas de Estados Unidos, destacando la soja, el trigo, la leche y el arroz.

México tiene una alta concentración de su comercio con Estados Unidos. Por razones geográficas, posee una asociación natural con los Estados Unidos. Éste es también el caso de Uruguay, que mantiene una asociación natural con sus principales vecinos.

A veces, según la Organización Mundial de Comercio (OMC), el problema es causado por la asimetría en la asociación, y otras veces, surge de las diferentes visiones que ambos socios pueden tener, lo que hace difícil mantener un proyecto compartido.

En cualquier caso, esto tiene un impacto en la política comercial y la integración, y el país debe poder adaptarse si se introducen cambios en las políticas de sus socios en el marco de los acuerdos existentes.

La alta concentración de las exportaciones mexicanas a Estados Unidos, que representaron 81.2% del total de las exportaciones en 2015, no es un pequeño desafío, y los últimos datos muestran un aumento en las ventas a Estados Unidos. Además, las líneas de producción se han integrado a nivel continental. Para la economía estadounidense, México es también un socio esencial

México obtiene un importante superávit comercial con Estados Unidos, que asciende a cientos de miles de millones de dólares al año. Este ha sido el caso desde 2001 y el superávit ha aumentado aún más desde 2013. A su vez, Estados Unidos tiene un déficit en su balanza comercial y con varios de sus socios durante algún tiempo.

Desde el punto de vista de la política comercial, estas estadísticas son una señal de éxito. Sin embargo, es importante tener en cuenta las percepciones y la comprensión de la situación. Los dogmas del mercado siempre están presentes. La cuenta de servicios y el balance de servicios entre ambos países no deben pasarse por alto en este sentido, ya que podrían revelar cifras algo diferentes.