Aun con los aranceles que debe pagan, México, la Unión Europea y Canadá incrementaros sus exportaciones de acero cubiertas por la Sección 232 a Estados Unidos en 2018, de acuerdo con datos del Buró del Censo.
Específicamente, las exportaciones de la Unión Europea sumaron 6,560 millones de dólares (un alza de 22.2%); las de Canadá, 5,599 millones (un aumento de 19%), y las de México, 3,002 millones (un avance de 10.2 por ciento).
En consecuencia, estos tres proveedores ganaron participación de mercado puesto que las importaciones totales de acero cubiertas por la Sección 232 sumaron 29,523.5 millones de dólares en el año pasado, un alza interanual de sólo 1.7 por ciento.
Logística en EU
Los costos de transporte para el acero estructural enviado a los Estados Unidos promediaron 1.1% para Canadá, 9.1% para China y 1.8% para México durante 2017, según un análisis de la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos (USITC, por su sigla en inglés).
Estas estimaciones se derivaron de los datos oficiales de importación y representan el transporte y otros cargos sobre las importaciones.
Casi todos los productores que respondieron (64 de 66) e importadores (21 de 23) dijeron que normalmente organizan el transporte a sus clientes. La mayoría de los productores estadounidenses que respondieron (43 de 48) informaron que sus costos de transporte terrestre fueron del 5% por ciento o menos, mientras que la mayoría de los importadores (10 de 19) replicaron que los costos de transporte terrestre se ubicaron entre 2 y 6 por ciento.
Aranceles al acero
En general, Estados Unidos espera que los aranceles beneficien a los productores nacionales de acero y aluminio, al restringir las importaciones, lo que ejerce una presión al alza sobre los precios del acero y el aluminio en ese país y aumenta la producción en esos sectores, al tiempo que afecta de manera negativa a los consumidores y las industrias nacionales intermedias (por ejemplo, la manufactura y la construcción) debido a los mayores costos de los materiales empleados.
Además, los aranceles de represalia de otros países elevan el precio de las exportaciones de Estados Unidos, lo que potencialmente lleva a una menor venta de productos de Estados Unidos en el extranjero y magnifica el posible impacto negativo de los aranceles de la Sección 232.
Los estudios económicos de las tarifas estiman diferentes resultados agregados potenciales, pero generalmente sugieren un efecto negativo general moderado en la economía de Estados Unidos de las tarifas impuestas hasta la fecha, que podría aumentar considerablemente si la administración continúa con las tarifas de la Sección 232 en los vehículos de motor y partes de Estados Unidos, de acuerdo con un análisis del Congreso estadounidense.
Estados Unidos anunció el 8 de marzo que fijaría aranceles globales de 25% a las importaciones de acero y de 10% a las de aluminio, argumentando preocupaciones de seguridad nacional, y otorgó a 34 países exenciones, las cuales mantuvo a cambio de límites a través de cupos para los casos de Brasil, Argentina, Corea del Sur y Australia, mientras las extendió sólo hasta el 1 de junio para México, Canadá y las 28 naciones de la Unión Europea. Inicialmente, estas tarifas entraron en vigor el 23 de marzo.