México y la Unión Europea perfilan el cierre de las negociaciones para modernizar el Tratado de Libre Comercio entre ambos (TLCUEM) y con ese objetivo, se reunirán Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, y Cecilia Malmstrom, ministra de Comercio del bloque comunitario, el 18 de diciembre en Bruselas, Bélgica.
El encuentro será para “aproximarnos a un acuerdo en principio”, dijo Guajardo.
Tras su entrada en vigor en julio del 2000, las reducciones arancelarias del TLCUEM se implementaron relativamente rápido. Para una gran parte de los bienes, las tarifas se eliminaron en forma inmediata después de que el acuerdo se puso en operación.
En cuatro años, se desarmaron todos los aranceles de importación a los productos industriales mexicanos importados en la Unión Europea y en ocho años se desmantelaron todos los aranceles aplicados a los productos industriales de los países comunitarios importados en México.
En el caso del sector agropecuario, varios productos sensibles quedaron exentos de la liberalización arancelaria y los períodos de aplicación para la liberalización de esos productos fue de hasta 10 años.
De acuerdo con un análisis de ECORYS, una consultora contratada por la Comisión Europea, el impacto del TLCUEM ha sido “positivo aunque modesto”.
“Basándonos en el análisis del texto y de la implementación del acuerdo, así como también en el análisis gravitatorio, podemos concluir que el Acuerdo ha reducido sobre todo las barreras tarifarias y no modificó significativamente las barreras no tarifarias entre los dos socios”, concluyó ECORYS.
Si bien el TLCUEM contenía cláusulas de revisión para lograr una profundización adicional, en casos como productos agrícolas, servicios e inversión, en la práctica esto no se concretó.
“Estamos en la etapa final, cerrando temas complicados, como indicaciones geográficas, reconocimiento de marcas, servicios financieros y controversias en inversión”, dijo Guajardo.
El TLCUEM prevé cláusulas de revisión en capítulos de comercio agropecuario y de servicios, además de que se podrían reforzar o incluir áreas como comercio electrónico, barreras no arancelarias e inversión.
Algunas empresas han mostrado interés en que se dé una mayor apertura en productos como maíz, trigo, cebada, frijol, sorgo, leche, queso, manzana, bovinos, porcinos, aves, ovinos, caprinos, azúcar y chocolates.
Por su parte, el gobierno de la Unión Europea ha comunicado que negociará la ampliación del TLCUEM sobre la base de los contenidos de otros tratados comerciales que recientemente ha negociado o están en curso de aprobación.