México desplazó en 2017 a Japón como el mayor exportador de palos de golf en el mundo.
Ya en ese año las exportaciones mexicanas de palos de golf (“clubs” completos, individuales o en juegos) sumaron 276 millones de dólares, por delante de las ventas externas de China (250 millones), Reino Unido (183 millones) y Hong Kong (143 millones).
México tiene la ventaja de ser un país competitivo en la manufactura y de contar con la cercanía de Estados Unidos, el mayor importador de estos productos a nivel global.
En 2017, Estados Unidos importó palos de golf por 416 millones de dólares, seguido por Japón (260 millones) y Corea del Sur (238 millones).
En el parque industrial Prologis Apodaca, Nuevo León, la empresa Callaway produce desde enero de 2011 bastones de golf y el estampado de pelotas.
Los productos elaborados por Callaway se exportan a su Centro de Distribución localizado en Dallas, Texas, o se venden al exterior desde México.
La empresa se especializa en dos procesos importantes. Uno de ellos es el estampado de logotipo o personalización de pelotas de golf, y el segundo proceso es la fabricación de bastones de golf.
Para la fabricación de palos de golf se requieren como insumos: la cabeza, la varilla de acero o grafito y el mango de diferentes colores, medidas, tamaños y formas.
Uso de los palos de golf
El golf es un deporte de precisión, cuyo objetivo es introducir una bola en los hoyos que están distribuidos en el campo con el menor número de golpes, utilizando para cada tipo de golpe uno de entre un conjunto de palos ligeramente diferentes entre sí, ya que la cabeza del palo tiene ángulos distintos, al igual que las varillas tienen longitudes diferentes.
A menor número de grados de inclinación, mayor longitud de la varilla y, por lo tanto, más distancia. Como máximo se pueden llevar 14 palos y como mínimo cinco palos.