La inversión externa de las empresas multinacionales latinoamericanas cayó en 2018 a un mínimo histórico de 6,500 millones de dólares, fuertemente influenciada por las salidas negativas de Brasil y la disminución de las inversiones de Chile. Las inversiones de Argentina, Colombia y México aumentaron.

Los flujos de salida de Brasil cayeron a 13,000 millones de dólares, ya que las filiales extranjeras continuaron canalizando recursos financieros (a menudo las finanzas recaudadas en los mercados de capitales extranjeros) de regreso a sus matrices.

Además de los préstamos negativos dentro de la empresa, el valor de las compras netas transfronterizas se tornó negativo (-2,000 millones de dólares), debido a la desinversión de Marfrig Global Foods de su filial estadounidense Keystone Foods.

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(Miles de millones de dólares y crecimiento 2018)

También los préstamos negativos dentro de la empresa redujeron los flujos de Chile (a 3,000 millones de dólares), el inversionista más importante en la región.

En contraste, las empresas multinacionales de México aumentaron su Inversión Extranjera Directa (IED) hacia afuera a 6.900 millones de dólares. La adquisición más importante fue la compra por parte de Mexichem de una participación del 80% en Netafin, un operador israelí del sistema de suministro de agua, por 1,900 millones de dólares.

Inversión de entrada

El flujo de IED hacia América Latina y el Caribe se redujo 6% en 2018, a 147,000 millones de dólares, al no mantener el impulso después de que el aumento de 2017 detuviera una larga caída.

México bajó de la posición 12 a la 13 entre los mayores destinos de IED, de acuerdo con datos de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por su sigla en inglés).

Por su parte, los flujos a Sudamérica se redujeron en 6%, a 101,000 millones de dólares, debido a una menor inversión en Brasil y Colombia.

La desafiante situación económica en Brasil y una fuerte caída en los acuerdos de fusiones y adquisiciones, desde niveles récord en 2017, llevaron a una caída de 9% de los flujos hacia el país, hasta 61,000 millones.