El gobierno de México decidió no renovar una salvaguarda del 15% a las importaciones de diversos productos de acero clasificados en 97 fracciones arancelarias.
Entre los productos están planchón, alambrón, lámina rolada en caliente y en frío y placa.
En un principio, la salvaguarda se estableció en 2015 y desde entonces la Secretaría de Economía dijo que se trataba de una medida intermedia entre la demanda de mantener la liberalización, de algunas industrias que usan insumos siderúrgicos, y la petición de la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero) de imponer salvaguardas y aumentar incluso la cobertura, incluyendo productos como viga, barras, perfiles, tubería y varillas.
En general, la salvaguarda consiste en elevar aranceles a uno o más productos, a condición de ciertos compromisos de las firmas beneficiadas.
«Si bien esta medida fue más tenue de lo necesario, nos ha permitido transitar en esta etapa y (…) es necesario refrendarla», dijeron la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero) y los trabajadores de la industria minero-siderúrgica en un comunicado conjunto.
«Es necesario establecer un porcentaje similar al de nuestro principal socio comercial (Estados Unidos), a fin de evitar que se nos considere una plataforma de triangulación de acero a ese país», agregaron.
Aranceles al acero
Estados Unidos anunció el 8 de marzo que fijaría aranceles globales de 25% a las importaciones de acero y de 10% a las de aluminio, argumentando preocupaciones de seguridad nacional, y otorgó a 34 países exenciones, las cuales mantuvo a cambio de límites a través de cupos para los casos de Brasil, Argentina, Corea del Sur y Australia, mientras las extendió sólo hasta el 1 de junio para México, Canadá y las 28 naciones de la Unión Europea. Inicialmente, estas tarifas entraron en vigor el 23 de marzo.
En su contenido, el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC, que sustituiría al TLCAN) no resolvió ni abordó los aranceles de la Sección 232 sobre acero y aluminio importados de Canadá y México.
Consecuentemente, México y Canadá han respondido con aranceles de represalia contra su vecino común por este caso.