México propondrá que se permita un sistema de cabotaje regional como parte de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el cual opera desde 1994 con Estados Unidos y Canadá.
De aprobarse esta iniciativa, las embarcaciones de los tres países podrían hacer servicios de transporte de mercancías entre cualquiera de los puertos del subcontinente. “El cabotaje permite dar eficiencia a las empresas navieras de servicios, tanto de transportación de mercancías como de servicios del sector energético”, dijo Ildefonso Guajardo, secretario de Economía.
Como un primer paso, el Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes recibió un borrador inicial de una notificación que la administración del presidente estadounidense, Donald Trump, debe proporcionar al Congreso antes de que pueda comenzar a renegociar el TLCAN.
“Vamos a poner el tema del cabotaje en la mesa de negociaciones porque representa cosas muy lógicas”, agregó Guajardo, entrevistado en la Ciudad de México.
A principios de la década de 1990, en la negociación inicial del TLCAN, hubo resistencia de Estados Unidos a incorporar este servicio dentro de la apertura a pactar. Al ser excluido, según Guajardo, se dieron ventajas logísticas a las empresas de Asia que compiten en el mercado de Norteamérica.
El funcionario mexicano expuso que la liberalización del cabotaje entre las tres naciones podría generar una sinergia favorable en el desarrollo energético del Golfo de México y apoyar los proyectos las Zonas Económicas Especiales (ZEE) que promueve México.
A su vez, Luis de la Calle, director general de la Consultoría De la Calle, Madrazo, Mancera (CMM), opinó que los volúmenes de exportación de etileno desde Coatzacoalcos y de cerveza desde Progreso justifican, por ejemplo, líneas marítimas regulares entre estos puertos y Mobile, Alabama y San Petersburgo.
Durante la negociación del TLCAN, hace 25 años, Canadá y México insistieron en que se reformara la ley estadounidense Jones Act para permitir el cabotaje y lograr una integración marítima que promoviera mayores flujos de comercio en América del Norte. Pero Estados Unidos se opuso por presión de los sindicatos y astilleros.
“Con la nueva bonanza que viene en el Golfo de México, eso podría fortalecer la industria norteamericana de astilleros”, dijo Guajardo.
Según los planes del gobierno mexicano, en las ZEE se darían beneficios fiscales y laborales para estimular la inversión; facilidades para el comercio exterior; el establecimiento de una Ventanilla Única por ZEE para todos los trámites de gobierno que agilice la instalación y operación de las empresas, con la posibilidad de que recaigan únicamente bajo jurisdicción federal.