México produce 262,000 toneladas de, al menos, 130 productos orgánicos distintos, convirtiéndolo en el cuarto mayor productor de alimentos orgánicos a nivel global, de acuerdo con datos de ProMéxico.
Asimismo, con 210,000 productores, México es el tercer país con la mayor fuerza productiva en el mundo, después India y Uganda.
Actualmente, los productos orgánicos mexicanos están en una posición privilegiada para su comercialización a nivel global. En México confluyen la tradición y la modernidad: productores con técnicas ancestrales, por un lado, y un marco normativo avanzado, por el otro, impulsan tanto la producción como la exportación de una amplia gama de alimentos y bebidas de origen animal y vegetal que no ponen en riesgo la salud del consumidor o el medio ambiente.
Ya México es uno de los mayores productores de orgánicos en el mundo. En el país se destinan más de 1 millón de hectáreas para la agricultura orgánica, eso equivale a la extensión del estado de Querétaro; además, está entre las 10 naciones que más hectáreas han destinado en años recientes.
México ha alcanzado estas importantes cifras gracias a sus comunidades indígenas, la cuales concentran a la mitad de los productores de orgánicos. Se estima que ocho de cada 10 productores cultivan en media hectárea o menos, y que la mayoría son mujeres.
Además, lo hacen de manera sustentable, con el cultivo intercalado o la milpa, técnicas que conservan y aprovechan el suelo, el agua y la biodiversidad, y que reducen la erosión y por lo tanto los riesgos de inundación o deslave.
Ventas externas de productos orgánicos
En 2016, México generó exportaciones de orgánicos estimadas en 800 millones de dólares principalmente a Norteamérica y Europa, regiones que acaparan el 90% del mercado, convirtiéndonos así en el primer exportador de América Latina.
Incluso, del total de la producción orgánica mexicana certificada, el 85% es exportado y el 15% es para consumo doméstico, lo cual indica que la principal demanda se encuentra en el exterior.