El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) reportó que México ha reducido sus inventarios de ganadería por la sequía.
A bote pronto, la ganadería parece ser la actividad agrícola que ocupa más titulares en México, ya que los agricultores anuncian reducciones en los inventarios de animales del 40 por ciento en Sonora y Chihuahua.
Las condiciones de sequía han afectado levemente al ganado de los principales estados productores como Jalisco, Veracruz y San Luis Potosí.
Sin embargo, de acuerdo con el USDA, la falta de lluvias y el clima seco ha afectado a otros estados importantes, como Sonora, Sinaloa, Coahuila, Tamaulipas y Chihuahua, y la escasez de agua ha modificado los patrones/mecánicas de las operaciones ganaderas.
Los inventarios de animales se están agotando drásticamente, por ejemplo en Sonora, donde se han sacrificado o vendido más de 300,000 cabezas a otros estados y se espera que ese número llegue a 426,000 en julio, cuando normalmente comienza la temporada de lluvias.
Pero se esperaba que esos animales fueran sacrificados o vendidos de todos modos, pero durante un período de tiempo más largo.
Ganadería
Siempre según el USDA, los ganaderos de Chihuahua enfrentan precios de mercado aproximadamente 20% por debajo del promedio dada la falta de agua y el hecho de que los animales no alcanzan el peso óptimo, por lo que los productores se ven obligados a exportar la mayor cantidad de ganado posible para reducir sus gastos.
En general, la agricultura en México, es muy vulnerable a los fenómenos meteorológicos extremos, como la escasez de agua en el norte o las tormentas tropicales en el sur del país, que pueden causar grandes daños a la producción agrícola y ganadera.
Desde el ángulo del Banco Mundial, superar este conjunto de desafíos es fundamental para México, dada la importancia del sector para la inclusión productiva en el país.
La industria de la carne de bovino de México mantiene un ritmo constante en la implementación de las mejores prácticas de producción, que han aumentado la resistencia de la cadena nacional de suministro de carne durante los tiempos económicos adversos de México.
En los establecimientos Tipo Inspección Federal (TIF), México estableció fuertes protocolos de salud antes de brotes imprevistos de coronavirus, lo que permitió a la industria nacional, afirma el USDA, continuar la producción sin mayores contratiempos ni cierres.
