México realizó exportaciones de energía eléctrica por 313 millones de dólares de enero a septiembre de 2018, con lo que obtuvo un superávit de 40 millones en el comercio de este bien.
Sus destinos fueron: Estados Unidos (240 millones de dólares), Guatemala (54 millones) y Belice (21 millones).
Por el contrario, sus importaciones de energía eléctrica sumaron 273 millones de dólares, de los cuales 257 dirigió a su vecino del norte y los restantes 16 millones a Guatemala, de acuerdo con datos de la Secretaría de Economía.
En materia de aprovechamiento de las energías renovables para la generación de electricidad en México, se requiere implementar mecanismos de inversión concertada en las redes de transmisión, mismas que no son suficientes para impulsar el desarrollo de la generación limpia.
Esto ha creado fuertes cuellos de botella que dificultan al país el cumplimiento de sus objetivos.
Materías primas y energía eléctrica
Actualmente, debido a los bajos precios del gas natural en la región de Norteamérica, la energía eléctrica generada con base en este combustible es cuatro veces más barata que la que se genera con combustóleo y 5.5 veces más barata que la que se genera con diésel, además de que el gas natural es un combustible más amigable con el medio ambiente.
La eficiencia energética se tiene identificada como la alternativa o el mecanismo de transición energética con un mayor potencial de costo-beneficio para llevar a cabo la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Según la Agencia Internacional de Energía, los sectores de producción de electricidad y de uso final de energía representarían cerca de 43% del total de reducción de emisiones de CO2 provenientes del sector energético en el año 2050.
No obstante, el potencial de eficiencia energética a lo largo del ciclo de vida de los energéticos es todavía aún mayor, y su aplicación representa beneficios enfocados a la sustentabilidad energética.