México registró en 2017 su primer déficit en el comercio internacional de energía eléctrica desde 2002, de acuerdo con datos de la Secretaría de Economía.
Las exportaciones mexicanas de energía eléctrica sumaron 201 millones de dólares en el año pasado, mientras que las importaciones fueron por 250 millones, por lo que el país tuvo un déficit de 49 millones.
En 2017, las ventas externas de energía eléctrica de México fueron por 100 millones de dólares a Estados Unidos; 79 millones, a Guatemala, y 22 millones a Belice.
En sentido opuesto, del total de sus importaciones, 279 millones de dólares provinieron de Estados Unidos y 3 millones de Guatemala.
Con el fin de aumentar los flujos de inversión y mejorar la competitividad, México llevó a cabo una serie de reformas del régimen de inversión extranjera directa (IED), que afectan fundamentalmente al sector de las telecomunicaciones y la radiodifusión; al sector financiero; y al sector energético.
También se simplificaron los trámites relativos al registro de la IED, la cual no requiere de autorización, y los requisitos de presentación de información estadística.
La IED en las áreas en las que no existen restricciones recibe trato nacional, con sujeción al requisito de residencia permanente. Existen tres tipos de restricciones a la IED: las actividades reservadas exclusivamente para el Estado, las actividades reservadas exclusivamente para los mexicanos y las actividades sujetas a regulación específica, es decir, a un porcentaje máximo de IED.
Tras las reformas emprendidas, las actividades reservadas exclusivamente al Estado son actualmente (entre otras): exploración y extracción de hidrocarburos; transmisión y distribución de energía eléctrica; generación de energía nuclear; minerales radioactivos; telégrafos; radiotelegrafía; correos; y control, supervisión y vigilancia de puertos, aeropuertos y helipuertos.