El presidente Donald Trump firmó este jueves una orden ejecutiva para que el Departamento de Comercio investigue si las importaciones estadounidenses de acero deben ser bloqueadas por motivos de seguridad nacional, lo que podría afectar sobre todo a China, pero quizá también México.
La investigación se realizará bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, una provisión que rara vez se utiliza.
“Sobre el impacto a México, no hay claridad; puede ser una posición para negociar espacios” en el marco de los cambios que se prevén hacer al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), opinó Carlos Hermosillo, analista de Actinver.
El gobierno de Estados Unidos no ha hecho uso de la Ley de Expansión Comercial para imponer restricciones o sanciones arancelarias a las importaciones desde la creación de la Organización Mundial del Comercio, contraria a ese tipo de medidas.
En el 2016, Estados Unidos importó hierro y acero por 22,509 millones de dólares, con Canadá como su primer proveedor (4,235 millones de dólares), seguido por Brasil (2,208 millones), Corea del Sur (1,833 millones), México (1,480 millones) y Rusia (1,363 millones).
Adicionalmente, Estados Unidos importó manufacturas de hierro y acero en el año pasado por 33,613 millones de dólares. China fue el mayor suministrador de estos productos, con 11,315 millones de dólares, mientras que las siguientes posiciones fueron ocupadas por México (3,988 millones), Canadá (3,467 millones), Taiwán (2,379 millones) y Japón (1,837 millones).
En consecuencia, el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, emitió la decisión de iniciar esta investigación. Las importaciones chinas de acero subieron casi 20% en los primeros meses de este año, dijo.
Trump comentó que esperaba resultados de esta investigación dentro de 30 a 50 días, o “tal vez más pronto que eso”.
La investigación considerará “la producción y la capacidad, la fuerza de trabajo, la inversión, la investigación y el desarrollo y otros factores para determinar si las importaciones de acero amenazan la seguridad estadounidense”.
Si Ross concluye que las importaciones de acero “amenazan con perjudicar la seguridad nacional”, el presidente tendrá 90 días para determinar si está de acuerdo y consecuentemente tomará medidas para “ajustar las importaciones de un artículo y sus derivados”, o hacer movimientos no relacionados con el comercio. Dichas acciones deben tomarse a más tardar 15 días después de que el presidente ratifique que se justifica una respuesta.
Trump debe presentar una declaración escrita al Congreso describiendo las razones de la decisión.
Ross dijo que la investigación también examinará qué nivel de producción nacional de acero es necesario para satisfacer las necesidades de la defensa nacional.