México incrementó 12.2% sus exportaciones de carne de cerdo a Japón en 2017, para alcanzar los 409 millones de dólares y batir récord, según datos del Ministerio de Economía, Comercio e Industria (METI).

Las exportaciones mexicanas de este producto se ubicaron entre 313 y 365 millones de dólares de 2013 a 2016.

Las importaciones de productos agrícolas de Japón abarcan una amplia gama de líneas arancelarias, en la que los 10 principales productos representan aproximadamente el 40% del total; entre ellos figuran en primer lugar la carne de cerdo.

Además destacan de los cereales y las semillas oleaginosas, de los cuales una proporción significativa se destina a la elaboración de alimentos y piensos.

En Japón, se aplican políticas de estabilización de los precios al productor a los terneros para carne, las frutas, las hortalizas y otros productos, en cuyo marco se compensa parcial o totalmente la diferencia entre los precios de venta y los precios indicativos o el promedio de los precios de la serie histórica.

Según las autoridades, la política de estabilización de los precios no se aplica actualmente a la carne de porcino. Además, el Gobierno subvenciona el Plan de Seguros Agrícolas y ofrece reaseguros a los fondos nacionales de seguros.

Además de la carne de cerdo, se aplican precios administrados a la carne de bovino y los terneros. En el caso de los terneros, la Corporación de los Sectores Agrícola y Ganadero aplica un sistema de primas de complemento que consiste en pagar a los productores la diferencia entre el precio garantizado y el precio medio real.

Cuando los precios caen por debajo de los precios de racionalización indicativos, se abona la diferencia entre estos y el precio local mediante contribuciones de la Corporación de los Sectores Agrícola y Ganadero (ALIC), los Gobiernos de las prefecturas y los productores.

Si los precios a los productores de carne de bovino caen por debajo del precio normal de estabilización, la ALIC u otras organizaciones relacionadas con la carne de bovino pueden comprar o almacenar carne de bovino, que podrán poner en circulación cuando los precios vuelvan a rebasar el precio superior de estabilización. Se utiliza un sistema similar para la carne de porcino.