El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés) previó que México romperá récord en sus importaciones de trigo.
México, el segundo mayor importador de trigo del Hemisferio Occidental, detrás de Brasil, ha importado históricamente cerca de tres cuartas partes de sus necesidades de este grano de Estados Unidos.
Los productores de trigo de Estados Unidos se han beneficiado de la ventaja logística sobre otros proveedores al exportar a México, permitiendo un suministro consistente a los molineros.
Con esta ventaja, el trigo de Estados Unidos hizo frente a la competencia limitada de Canadá. Sin embargo, la participación estadounidense en las importaciones mexicanas ha disminuido en los últimos años, cayendo a sólo 57% en la temporada 2015/16.
Las importaciones de México procedentes de la Unión Europea, Rusia y Ucrania crecieron sustancialmente basándose en abundantes suministros y precios competitivos. Estos tres proveedores no tradicionales representaron alrededor de 25% de las importaciones de México en el ciclo 2015/16.
En la temporada 2016/17, sin embargo, la USDA pronostica que México importará un máximo histórico de 5.2 millones de toneladas, al tiempo que la participación de Estados Unidos se ha recuperado a 68% en lo que va del año.
Los estadounidenses cuentan con una prospectiva favorable. Sus ventas pendientes a México son más del doble del nivel de hace un año y la cuota de mercado ha sido recuperada de la Unión Europea, donde la cosecha francesa fue afectada por el clima y los franceses no lograron fijar un precio competitivo debido a la escasez de suministros exportables.
Otros puntos que les benefician son que se espera un resurgimiento de precios competitivos de Estados Unidos después de una buena cosecha, y que los molineros mexicanos tienen familiaridad con las cualidades del trigo estadounidense.