El gobierno de México manifestó su preocupación por una nueva regulación que prepara el gobierno de Estados Unidos sobre vehículos conectados.

En una carta enviada al Departamento de Comercio de Estados Unidos, la Secretaría de Economía de México expresó que esta nueva regulación podría impactar el proceso de ensamble y afectar significativamente a la industria automotriz de México. 

El Departamento de Comercio de Estados Unidos, a través de la Oficina de Industria y Seguridad (BIS), publicó el 25 de septiembre de 2024 una propuesta regulatoria en materia de vehículos conectados. 

Esta propuesta tiene como objetivo limitar las transacciones relacionadas con los Sistemas de Conectividad Vehicular (VCS, por sus siglas en inglés) y los Sistemas de Conducción Automatizada (ADS, por sus siglas en inglés) al restringir la importación de autopartes y componentes originarios de China y Rusia.

Vehículos conectados

En su carta, el gobierno mexicano expresa preocupación por la posible adopción de esta regulación. Desde su perspectiva, el gobierno de Estados Unidos planea implementar esta medida con el argumento de la seguridad nacional. Sin embargo, México considera que la regulación podría ser incompatible con las obligaciones de Estados Unidos en el T-MEC. Además, también podrían surgir efectos negativos en los flujos comerciales bilaterales del sector automotriz.

La regla propuesta tiene como objetivo limitar transacciones relacionadas con Sistemas de Conectividad Vehicular (VCS, en inglés) y Sistemas de Conducción Automatizada (ADS, en inglés). Esto aplicaría cuando estos sistemas hayan sido diseñados, desarrollados, fabricados o suministrados por entidades de ciertos países extranjeros.

La propuesta incluye restricciones en la importación de hardware de conectividad vehicular desde China y Rusia. También limita la venta de vehículos conectados que contengan software o hardware VCS o ADS provenientes de estos países.

Violaciones al T-MEC

Según Aptiv, la megatendencia «Conectado» abarca tecnologías diseñadas para integrar sin problemas los vehículos complejos de hoy en el entorno operativo electrónico. Así, permite a los conductores estar conectados a la red de información global. Además, el contenido tecnológico en los vehículos sigue en aumento, ya que los consumidores buscan más seguridad, personalización, información y entretenimiento, productividad y conveniencia en la conducción. Esto genera una mayor demanda de arquitectura eléctrica como base para estas funcionalidades.

Por otro lado, la Secretaría de Economía argumentó que las obligaciones del Artículo XI del GATT de 1994 no permiten aplicar restricciones a las importaciones de hardware ni a la comercialización de vehículos. Esta postura va en contra de la propuesta de regulación que Estados Unidos pretende implementar.