México exportó productos de actividades asociadas a la fundición de hierro y acero por 3,537 millones de dólares en 2018, un aumento de 38.9% interanual, de acuerdo con datos del Banco de México.
Sin embargo, la cifra estuvo por debajo del récord en valor alcanzado en 2008, cuando las ventas externas sumaron 4,838 millones de dólares y del máximo histórico en volumen registrado en 2007, por 6 millones 988,000 toneladas.
Estados Unidos anunció el 8 de marzo que fijaría aranceles globales de 25% a las importaciones de acero y de 10% a las de aluminio, argumentando preocupaciones de seguridad nacional, y otorgó a 34 países exenciones, las cuales mantuvo a cambio de límites a través de cupos para los casos de Brasil, Argentina, Corea del Sur y Australia, mientras las extendió sólo hasta el 1 de junio para México, Canadá y las 28 naciones de la Unión Europea. Inicialmente, estas tarifas entraron en vigor el 23 de marzo.
Del total de las exportaciones mexicanas de hierro y acero, 70.2% se dirigió a Estados Unidos.
Otros mercados relevantes para estas ventas fueron Colombia, Canadá, Guatemala, Perú y Chile.
Clasificación y empleos
El régimen arancelario de la industria siderúrgica, vigente hasta el mes mayo de 2018, contemplaba 699 fracciones arancelarias, establecidas debidamente en la Ley de los Impuestos Generales de Importación y de Exportación (LGIE).
Las tarifas de esta industria se encuentran debidamente clasificadas en dos grandes capítulos; el 72 donde se incluyen las actividades asociadas a la fundición de hierro y acero; en tanto que el capítulo 73 integra las actividades vinculadas a las manufacturas derivadas de la función del hierro y acero.
Este sector empleó durante 2017, en forma directa e indirecta, a 672,000 personas; mientras que el consumo nacional de acero crudo durante 2017 fue de 30.8 millones de toneladas, que representa el 6.2% del valor del PIB industrial y el 2% del PIB nacional.