México, Brasil, Argentina y Colombia representaron en 2016 aproximadamente 80% del consumo de acero de América Latina, con México en la primera posición, de acuerdo con un análisis de la empresa Ternium.

La tasa promedio de crecimiento anual del consumo de acero de México, de 2.9% en la última década, se ubicó entre las más altas de la región, con el impulso de una industria manufacturera dinámica.

En 2016, México ocupó la posición 13 entre los principales productores de acero en el mundo, con una producción de 19 millones de toneladas y una captación de 2,300.2 millones de dólares de Inversión Extranjera Directa de 2013 a marzo de 2017.

Durante ese mismo año, Brasil finalizó con una producción de 31.2 millones de toneladas, lo que significó una caída de 6.3% respecto a 2015. Por cuarto año consecutivo se contrajo la producción en dicho país.

Las exportaciones mexicanas de productos de acero registraron 2,689 millones de dólares durante el periodo de septiembre de 2016 a abril de 2017, cifra superior en 5.6% con respecto al mismo periodo anterior, según datos de la Secretaría de Economía.

A nivel global, la producción de acero crudo volvió a crecer en el año pasado, aunque se contrajo en varios de los principales países productores como Japón, Estados Unidos, Rusia, Corea del Sur y Alemania. La producción finalizó con un volumen de 1,629 millones de toneladas, lo que representa un decremento de 0.8% con respecto a los 1,615 millones de toneladas producidas en 2015.

La industria mundial del acero había mostrado un comportamiento estable y de continuo crecimiento desde el 2010 hasta 2015, cuando decreció 3.3%; sin embargo, en 2016 logró repuntar, de acuerdo con la World Steel Association (WSA).

Durante 2016, la región de América del Norte logró una producción de acero crudo de 111 millones de toneladas, y se mantuvo prácticamente sin cambio respecto de 2015.