La nueva propuesta sobre reglas de origen del sector automotriz vinculada a los salarios y autopartes enfrenta la oposición de la industria de Estados Unidos, reveló Ildefonso Guajardo, secretario de Economía.
En la cuarta ronda, Estados Unidos presentó una propuesta que eleva de 62.5 a 85% el valor de contenido regional para automóviles, y de esta última tasa, 50% debía ser estadounidense, aunque esta acotación de contenido nacional fue eliminada.
Rober Lighthizer, representante comercial de la Casa Blanca, ha pedido, en cambio, que 30% del valor de los insumos, partes y componentes de un auto sólo podrán fabricarse en zonas de América del Norte donde se paguen salarios de 15 dólares por hora en promedio o más, un requisito que no cumple México.
«Ahora se habla de un contenido que se refiere a una zona de alto salario, salarios promedio de 15 dólares, que en México claramente no los tenemos, es de alguna manera aspiracional (sic) para México», afirmó Guajardo en una entrevista con Televisa.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), la segunda propuesta estadounidense mantiene la obligación de un contenido regional de 85% para los vehículos y establece cinco categorías para partes y componentes, con requisitos de contenido de valor regional en cada una de ellas.
La primera categoría está comprendida por partes esenciales (siete componentes del tren motriz), y tiene un umbral de 85% del contenido regional, mientras que en los restantes cuatro niveles se consideran topes que van de un intervalo de 60 a 75 por ciento.
«Estamos apenas en ese análisis de lo que está presentando Estados Unidos, lo más importante es que tiene que llegar a un acuerdo con sus propias empresas», agregó Guajardo, en referencia a General Motors, Ford y Fiat-Chrysler, conocidas como Big-Three.
Para que un auto se exporte dentro de la región del TLCAN, entre México, Estado Unidos y Canadá, debe tener un contenido regional de al menos 62.5%, de tal forma que el porcentaje restante puede provenir de otras partes del mundo.
La propuesta estadounidense implica que, por decreto y no por condiciones de mercado, Estados Unidos y Canadá garantizarían un contenido conjunto de 30% del valor de un vehículo automotor nuevo que se comercialice con arancel cero entre cualquiera de los tres países de Norteamérica.
Por el contrario, México quedaría excluido de producir el equivalente a 30% del valor de un auto, por pagar salarios más bajos al umbral establecido.
“Para nosotros es una sorpresa que un negociador diga que va a ir por aquí, pero aún no convenzan a Ford, General Motors o Chrysler; entonces está difícil cómo vas a vender una solución que no tiene respaldo de los integrantes de la industria”, dijo Guajardo.
Las normas de origen determinan si un producto puede gozar de preferencias arancelarias; si está sujeto a derechos antidumping, embargos, restricciones sanitarias o licencias; o si se puede especificar el país de origen que se debe indicar en las etiquetas.