Hoy en día vivimos en un mundo cada vez más competitivo, donde el avance a pasos gigantes de las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación) están modelando la forma en la que trabajamos actualmente. Por ello, una forma de ayudar es mediante las oficinas virtuales a las nuevas empresas o startups que buscan expandirse en otros mercados o que trabajan desde casa.
Una oficina virtual se presenta como la alternativa a un modelo de trabajo tradicional, donde es necesario una oficina física y los gastos que supone. La virtualización de las tareas de trabajo hace las mismas funciones que una oficina tradicional (correo, atender clientes y dirección de negocios) y mucho más. A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber sobre las oficinas virtuales.
¿A quién va dirigida la oficina virtual?
Este modelo de gestión se caracteriza por tener una gran flexibilidad para adaptarse a diferentes tipos de negocios. Puede ir dirigido a:
– Autónomos. Aquellos que requieran una ubicación para su negocio sin aumentar sus gastos y de mantener su domicilio personal de forma privada. También para los que necesiten tener una ubicación física de forma puntual.
– Las PYMES que necesitan un domicilio social para su empresa (ya sea de forma puntual o que esté recién fundada y no necesiten una oficina).
– Empresas con visos de expansión. Aquellas que buscan nuevas ubicaciones que les proporcionen una mejor visibilidad e imagen de marca.
Ventajas de una oficina virtual
Este tipo de oficinas ayudan a los profesionales a dar versatilidad a su trabajo. Mediante un software adaptado a cada empresa, se pueden añadir tareas, socios y colaboradores en el negocio. Esto ayuda a una mejor organización de los trabajadores y flexibilidad en las tareas de la empresa. Así mismo, es una forma de ayudar a autónomos que no tienen una oficina física y necesitan los servicios de secretariado externo. Además, tienen las siguientes ventajas:
Ahorro económico
Tener una oficina virtual nos permite ahorrar en gastos comunes, así como arrendar salas de reuniones y otros espacios físicos. Además, también se ahorra en luz, calefacción, etc. De igual modo, disponer de trabajadores que trabajan desde sus hogares permite optimizar los salarios y aumentar la productividad.
Ubicación
Es muy útil si no queremos emplear la dirección de nuestra vivienda física. Las oficinas virtuales se ubican en sitios estratégicos a nivel comercial.
Comodidad
Los que inician su andadura con una startup es importante la comodidad. Al no contar con oficinas físicas, las virtuales se convierten en una solución cómoda y efectiva. Muchas de ellas disponen de gestión y administración a precios más reducidos que un secretariado convencional.
Logística
Son útiles para empresas que no necesiten mucha interacción personal o trabajar en grupo. Además, disponen de un horario más flexible y según la conveniencia de los trabajadores. Así mismo, se ahorra tiempo en viajes a la oficina que se pueden usar para otras tareas del negocio.
Asistentes y espacios para reuniones
La última ventaja es que las oficinas virtuales disponen de asistentes que trabajan desde sus casas y que pueden hacer sus tareas desde cualquier punto del mundo. Todo en función de nuestras necesidades y con el perfil que necesitemos. Además, se pueden contratar paquetes de servicios de emails, atención telefónica y espacios para reuniones para trabajar de forma puntual.
En definitiva, disponer de una startup o un negocio nuevo es totalmente posible gracias a las oficinas virtuales. Son una buena solución para ahorrar en gastos y disponer de lo necesario en cualquier lugar y momento.
¡Únete ahora mismo a las startups que ya se benefician de una oficina virtual!