La extensión de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por su sigla en inglés) a América Latina y el Caribe refleja el interés estratégico de China y hasta mediados de 2019 un total de 18 países de la región (incluidos 10 caribeños) ya han firmado un memorándum de entendimiento con China en el marco de esta iniciativa.
En general, la Iniciativa de la Franja y la Ruta tiene como objetivo impulsar la conectividad económica en todos los continentes, principalmente a través del financiamiento de grandes proyectos de infraestructura.
Los funcionarios de la Administración del presidente Donald Trump describen los proyectos de la BRI como países agobiantes con niveles insostenibles de deuda y, en palabras del secretario de estado, Mike Pompeo, exigiendo «un costo político… que excederá en gran medida el valor económico de lo que se le proporcionó».
La ley de mejor utilización de las inversiones que conducen al desarrollo (BUILD) de 2018 se describe ampliamente como una respuesta de Estados Unidos a la BRI. En abril de 2019, el presidente chino, Xi Jinping, buscó cambiar el nombre de la BRI, prometiendo una mayor transparencia y prometiendo prestar atención a la «sostenibilidad comercial y fiscal de todos los proyectos».
La Franja y la Ruta
La extensión de la iniciativa a América Latina y el Caribe muestra el interés de China por la región. En 2017, Panamá fue el primer país de la región en unirse a la Iniciativa. Los acuerdos en la región al respecto podrían atraer más inversiones chinas a los sectores de la infraestructura, la industria y los servicios, y aumentar la influencia del país en la región.
En este marco, en 2018 un consorcio chino ganó la licitación para la construcción de un cuarto puente sobre el Canal de Panamá, un megaproyecto de 1,420 millones de dólares. Esta operación no constituye una fuente de flujos de IED hacia el país, pero demuestra el interés creciente de China por concretar negocios y afianzar su posición en la región.
Por otra parte, según la Cepal, Antigua y Barbuda fue uno de los 10 países del Caribe que firmaron el memorándum de entendimiento sobre la Iniciativa de la Franja y la Ruta, con que se consolida el interés de China por la subregión. En este sentido, la polémica construcción del complejo de residencias Yida, anunciada en 2014, estaría retomando impulso.
Descripción de la iniciativa
La Franja y la Ruta o Belt and Road Initiative se refiere a la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta Marítima del Siglo XXI, abreviada BRIZNA (también One Belt, One Road, abreviado OBOR y también la Nueva Ruta de la Seda). Es el nombre con que se conoce el proyecto de Xi que propuso en septiembre y octubre de 2013 en sus respectivos viajes a Asia Central y al Sudeste Asiático.
Bajo el pretexto de que «hace más de dos milenios, las personas diligentes y valientes de Eurasia exploraron y abrieron nuevas vías de intercambio comercial y cultural que unían las principales civilizaciones de Asia, Europa y África, colectivamente llamadas ruta de la seda por generaciones posteriores», el proyecto quiere conectar Europa, Asia del Sur-Oriental, Asia Central y el Oriente Medio, mediante el modelo económico, e implícitamente político, chino.