La desaceleración de la economía mundial ha sido resultado de la significativa caída en la actividad manufacturera y del comercio mundial, reflejo de los mayores aranceles y la prolongada incertidumbre derivada de las tensiones comerciales, destacó el Banco de México (Banxico) en su informe trimestral julio-septiembre de 2019.
Esto ha afectado negativamente la confianza de los negocios y la inversión.
En contraste, añadió, el sector de servicios ha continuado mostrando dinamismo.
En este contexto, los indicadores de empleo, de confianza de los hogares y del gasto de los consumidores continúan mostrando solidez. No obstante, la persistente debilidad de la actividad manufacturera podría inducir hacia adelante un debilitamiento de los servicios, lo que pudiera resultar en un mayor deterioro de la actividad económica mundial.
Según Banxico, la información disponible sugiere que durante el tercer trimestre de 2019 continuó la desaceleración de la economía mundial, reflejando los efectos de las prolongadas tensiones comerciales, los elevados riesgos geopolíticos y algunos factores idiosincrásicos en varias de estas economías.
Aranceles y PIB
Asimismo, las perspectivas de crecimiento de la economía mundial para 2019 y 2020 han seguido revisándose a la baja y mantienen un balance de riesgos negativo, a pesar de la posibilidad de un acuerdo comercial preliminar entre Estados Unidos y China para reducir las tensiones entre ambas economías y de los avances en la negociación de un acuerdo de salida entre el Reino Unido y la Unión Europea.
Por su parte, las inflaciones general y subyacente en las principales economías se mantuvieron en niveles reducidos y por debajo de las metas de sus respectivos bancos centrales.
En respuesta a este entorno, algunas de estas instituciones han implementado acciones de relajamiento monetario, mientras que algunos gobiernos también han adoptado mayores estímulos fiscales.
En este contexto de elevada incertidumbre, los mercados financieros internacionales siguieron registrando recurrentes episodios de volatilidad y no puede descartarse un posible escenario de apretamiento en las condiciones financieras, especialmente para las economías emergentes. Este escenario pudiera presentarse ante un nuevo escalamiento en las tensiones comerciales, una desaceleración mayor a la anticipada en algunas de las principales economías o la intensificación de otros riesgos geopolíticos y políticos.