Con Peñoles y Grupo México como productores, México exportó 2.4 millones de dólares de cadmio y sus manufacturas, ubicándose como el cuarto exportador mundial, detrás de Corea del Sur, Polonia y China, de acuerdo con datos de la Cámara Minera de México (Camimex).
De enero a julio de 2016, las exportaciones mexicanas de cadmio y sus manufacturas sumaron 658 toneladas, por un valor de 810,000 dólares, teniendo como principales destinos China, India, Bélgica, Reino Unido y Suecia.
El cadmio se obtiene generalmente como un subproducto de los concentrados de zinc. Las relaciones de zinc-cadmio en los minerales típicos de zinc varían en el rango de 200:1 a 400:1.
En su anuario, el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) ya no proporciona desde el año pasado un desagregado por país de las reservas mundiales de cadmio; únicamente indica que el contenido promedio del cadmio en los minerales típicos de zinc es 0.03%; por lo que considerando los recursos minerales de zinc de 1,900 millones de toneladas, que cita la misma fuente, las reservas de cadmio ascenderían a 570,000 toneladas.
La producción mundial de cadmio refinado fue de 24,200 toneladas en 2015, excluyendo la correspondiente a Estados Unidos, no revelada por el USGS, por razones de confidencialidad con la que, al parecer, es la única compañía productora de cadmio en ese país, lo que significó una incremento de 8% con relación a 2014.
Según la Camimex, poco más del 60% de la producción primaria de cadmio se obtuvo geográficamente en Asia, donde también se concentra la producción de zinc primario afinado, 60 por ciento.
Los principales países productores de cadmio refinado fueron: China, con 33%, seguido por Corea del Sur (18%) y Japón (8%). México se colocó en la quinta (6 por ciento).
La producción de cadmio secundario (reciclado) podría representar 20% de la producción total de cadmio metálico. La fuente principal del cadmio secundario son las baterías comerciales e industriales de níquel-cadmio (Ni-Cd) que son desechadas al final de su vida útil.
Otros materiales de los cuales este metal puede ser recuperado incluyen desechos de aleaciones cobre-cadmio y de algunas aleaciones complejas no ferrosas; así como de los polvos de hornos de arco eléctrico (EAF, por sus siglas en inglés)
La Cemimex expuso que más del 85% de la producción de este metal se destina a la fabricación de baterías secundarias (recargables) níquelcadmio; otras aplicaciones en orden descendente de su volumen de consumo son: pigmentos; recubrimientos y electro-plateado, estabilizadores para plásticos, aleaciones no ferrosas y otros usos especializados.
El porcentaje del cadmio consumido globalmente por el sector de baterías se ha ido incrementando, mientras que el destinado a otros usos como recubrimientos, pigmentos y estabilizadores, ha perdido terreno gradualmente, debido a preocupaciones ambientales y de salud pública.
Datos del USGS muestran que los principales países consumidores de este mineral son China, Bélgica, Japón e India.
Las baterías de Ni-Cd han sido substituidas en un gran número de aplicaciones por las baterías de ión-litio y níquel-metal hidruro; sin embargo, el precio más elevado de estas últimas ha limitado su penetración en los artículos que usan baterías recargables, pero que son de precios más accesibles.
En algunas de sus aleaciones para soldadura, el cadmio ha llegado a ser sustituido por materiales libres de este elemento, excepto para algunas aplicaciones especiales. Como pigmento ha sido remplazado por el sulfuro de cerio; mientras que los estabilizadores basados en cadmio, tal como el de bario/cadmio, usados en el pasado para brindar al PVC resistencia a la luz ultravioleta y la intemperie han sido sustituidos por compuestos libres de cadmio, como los de calcio/zinc y bario/zinc.
En México, la producción de cadmio refinado ha descendido año con año desde 2009, con la mayor reducción en 2014 y 2015, a tasas de 7 y 5% respectivamente, situándose por debajo del nivel de las 1,300 toneladas.