Los presidentes de las principales asociaciones de autopartes de México, Estados Unidos y Canadá hicieron pronunciamientos que perfilan posibles acuerdos sobre las reglas del origen en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
En una carta dirigida este lunes a Robert Lighthizer, representante comercial de la Casa Blanca, Steve Handschuh, presidente y director general de la Asociación de Fabricantes de Motores y Equipos (MEMA, por su sigla en inglés) de Estados Unidos propuso tres cambios vinculados a las reglas de origen.
Pidió reconocer desarrollos tecnológicos innovadores proporcionando a los proveedores un marco para incluir los gastos de investigación y desarrollo, ingeniería, diseño y creación de software en los cálculos de contenido de valor regional (RVC).
También propuso conservar el cambio de tarifa para piezas de automóviles, lo que permitiría que un componente se considere procedente de un país del TLCAN, incluso si utiliza contenido de fuera de la región.
Adicionalmente, solicitó estandarizar las reglas de origen para piezas de automóviles de modo que se permita las opciones de cambio de tarifa o RVC sin cambio de tarifa requerido.
Entrevistado este miércoles en el hotel sede de las negociaciones de la sexta ronda, Flavio Volpe, presidente de la Asociación de la Industria Manufacturera de Autopartes (APMA) de Canadá, dijo que sus agremiados aprueban los puntos planteados por MEMA.
“Esto posiblemente podría perfilar acuerdos sobre las reglas de origen del sector automotriz”, comentó Volpe.
Desde la perspectiva mexicana, Oscar Albin, presidente de la Industria Nacional de Autopartes (INA), dijo que existe un margen de maniobra para fortalecer las reglas de origen en algunas partes automotrices.
“No sabemos qué tan sensible puede estar Estados Unidos en aceptar algunas propuestas que no tenga que ver con materiales, por ejemplo con investigación y desarrollo y los cambios de fórmulas”, comentó Albin, en línea con sus contrapartes.
Handschuh propuso además asegurarse de que las piezas de recambio, incluidos los productos remanufacturados, no reciban un trato diferente al de las importaciones de bienes nuevos, y solicitó incentivos para que las empresas de Estados Unidos capaciten y expandan la fuerza de trabajo en ese país.
Una encuesta reciente a miembros de MEMA demuestra que el talento de la fuerza de trabajo es una barrera importante para el crecimiento económico estadounidense. Handschuh dijo que 72% de los miembros encuestados informaron que tiene escasez de mano de obra, con próximas jubilaciones empeorando la situación.
La misiva a Lighthizer destaca que los proveedores de vehículos automotores proporcionan las tecnologías y componentes que constituyen más del 77% del valor de un vehículo nuevo. El desarrollo y la fabricación de estos productos avanzados han proporcionado una sólida base de suministro en Estados Unidos, quien se ha beneficiado “enormemente” de ello.
Este es cada vez más el caso de un mayor uso de la electrónica, los sensores, las cámaras, los receptores y los sistemas de radar en vehículos. También lo es del lídar (un acrónimo del inglés LIDAR, Light Detection and Ranging o Laser Imaging Detection and Ranging), un dispositivo que permite determinar la distancia desde un emisor láser a un objeto o superficie utilizando un haz láser pulsado.
“La actualización del TLCAN para reconocer la investigación y el desarrollo, la ingeniería, el diseño y el desarrollo de software proporcionaría incentivos para que el trabajo continúe en los Estados Unidos”, dijo Handschuh.
Según él, a pesar de los continuos esfuerzos de la industria estadounidense para agregar empleos en la fabricación de vehículos motorizados y cultivar habilidades y desarrollo profesional, el sector todavía tiene dificultades, ya que no hay suficientes trabajadores para llenar estas posiciones.