La economía de Perú destaca en los sectores de minería y energía, tanto en la composición de sus exportaciones como del PIB, de acuerdo con un informe de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
El sector minero-energético aportó el 13.1% del PIB en 2018 en términos constantes (9.4% a precios corrientes) y representó alrededor de dos tercios de las exportaciones de Perú.
Asimismo, las exportaciones mineras y de hidrocarburos totalizaron 31,790 millones de dólares en ese mismo año, de los cuales 27,589 millones correspondieron a exportaciones mineras.
Según datos del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), las exportaciones mineras representaron el 57.8% del total. El cobre fue el principal producto de exportación (31.3% del total), con un valor de 14,925 millones de dólares; lo siguieron el oro (14.7%), con un valor de 7,006 millones, y el zinc (5.4%), con un valor exportado de 2,563 millones.
En tanto, las exportaciones de hierro representaron el 1.0% del total.
Por último, las exportaciones de petróleo y gas natural totalizaron 4,201 millones de dólares (8.8% del total), de los cuales 2,338 millones correspondieron a petróleo y derivados (4.9% de las ventas externas totales), 1,042 millones a gas natural (2.2%) y 822 millones a nafta (1.7 por ciento).
Minería y energía
En general, el Ministerio de Energías y Minas (Minem) es el organismo encargado de la normativa y de las políticas en materia del desarrollo sostenible de las actividades mineras y de energía eléctrica.
El Plan Estratégico Sectorial Multianual (PESEM) 2016-2021 del sector minero-energético prioriza la promoción de la inversión en el sector por tener un impacto positivo en el desarrollo local, en la medida en que contribuye a la mejora de la infraestructura, genera empleos y dinamiza la transferencia de tecnología y la recaudación de impuestos.
También el PESEM considera importante promover la inversión para mejorar y expandir la cobertura eléctrica, y así poder satisfacer las necesidades del país.
En diciembre de 2018 se establecieron los siguientes criterios de priorización para la asignación de recursos a las inversiones en el sector de energía y minas siguiendo los lineamientos del PESEM: cierre de brechas de infraestructura; el alineamiento con el planeamiento estratégico institucional; tasa de pobreza del ámbito geográfico; población beneficiada; y uso eficiente de los recursos.