El peso cerró la semana mostrando una depreciación de 0.24% o 4.3 centavos, cotizando alrededor de 18.56 pesos por dólar, colocándose como la divisa de las menores pérdidas entre los principales cruces del dólar, sólo detrás del rand sudafricano y del dólar taiwanés que terminaron con ganancias semanales.
Al inicio de la semana, el peso estuvo presionado al alza ante un fortalecimiento generalizado del dólar estadounidense, lo que permitió que el tipo de cambio tocara un máximo de 18.8644 pesos por dólar. El fortalecimiento del dólar estuvo relacionado por una mayor demanda por dólares, así como por la expectativa de que la Fed normalizará su tasa de interés a un ritmo más acelerado. Durante la semana, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos realizó una subasta de deuda de 258 mil millones de dólares, lo que incrementó la demanda por dólares y aumentó la demanda por instrumentos de renta fija, aumentando su precio y reduciendo la tasa de rendimientos de dichos instrumentos. Ante esto, la tasa de rendimiento de bonos del Tesoro a 10 años terminó la semana ubicándose en 2.87%, luego de alcanzar un máximo de 2.9537% durante la sesión en que se publicaron las minutas de la Reserva Federal. Las minutas señalaron que existe una mayor confianza en que la economía estadounidense continuará creciendo a un ritmo moderado. En línea con lo esperado con el mercado, el FOMC coincidió en que las mejores perspectivas incrementan la probabilidad de que la tasa de interés suba antes de lo anticipado.
A pesar de lo anterior, durante las últimas dos sesiones el peso logró recortar las pérdidas del inicio de la semana, ante la publicación de las minutas de la reunión de política monetaria del 8 de febrero de Banxico, así como de información económica relevante para México.
Las minutas de la última reunión de Banxico mostraron un tono restrictivo y destacaron riesgos al alza para la inflación asociados a un entorno de incertidumbre. Asimismo, indicaron que la decisión de incrementar la tasa de interés de referencia en 25 puntos base a 7.5% permite mantener ancladas las expectativas de inflación. Cabe notar que las minutas también indicaron que la Junta podría considerar realizar un nuevo incremento en la tasa de interés en su reunión de abril si la Fed decide incrementar la tasa de referencia en marzo.
Durante la semana también se dieron a conocer indicadores relevantes para la política monetaria de México. Por un lado, la inflación de la primera quincena de febrero se ubicó en una tasa interanual de 5.45% y una tasa quincenal de 0.20%. Por otro, las cifras de crecimiento del PIB durante el cuarto trimestre de 2017 mostraron que la economía creció a una tasa anual de 1.5%, mostrando un avance trimestral de 0.8%, de acuerdo con cifras ajustadas por estacionalidad. Estos datos implican una moderada revisión a la baja de las estimaciones oportunas que mostraban una expansión anual cercana a 1.7% durante el cuarto trimestre de 2017.
Al cierre de la semana también se dio a conocer el detalle de la balanza de pagos del 2017. El saldo de la cuenta corriente durante el año pasado fue deficitario en 18,831 millones de dólares (17.5% menor al registrado en 2016), que representa el 1.6% del PIB, nivel no observado desde 2012. De acuerdo a la teoría económica, una de las maneras en que se reduce el déficit en la cuenta corriente es mediante la depreciación de la divisa de dicho país. Es importante mencionar que, desde junio de 2014 a la fecha, el tipo de cambio real efectivo muestra que el peso se ha depreciado 23.8%, lo que ha vuelto más competitivas las mercancías mexicanas frente a sus principales socios comerciales, incrementando así el monto de sus exportaciones y permitiendo una reducción en la balanza comercial de mercancías. La balanza petrolera muestra un déficit que se incrementó 44.3% con respecto a 2016 debido a una caída en la producción petrolera.
Cabe notar que el próximo lunes 26 de febrero iniciará oficialmente la séptima ronda de renegociación del TLCAN, donde según fuentes con información del tema se abordarán los temas más álgidos de las conversaciones, entre los que destacan las reglas de origen del sector automotriz. Comentarios que indiquen tensiones entre los tres países podrían presionar al tipo de cambio al alza.
Durante la semana, el peso mexicano alcanzó un mínimo de 18.4627 y un máximo de 18.8644 pesos por dólar, el euro alcanzó un mínimo de 1.2260 y un máximo de 1.2435 dólares por euro. Mientras tanto, el euro-peso alcanzó un mínimo de 22.7734 y un máximo de 23.1853 pesos por euro en las cotizaciones interbancarias a la venta.
A las 3:15 pm, las cotizaciones interbancarias a la venta se ubicaron en 18.55540 pesos por dólar, 1.3967 dólares por libra y en 1.2295 dólares por euro.
Gabriela Siller; PhD
Director de Análisis Económico-Financiero.
Banco BASE