Las previsiones sobre el PIB mundial de la OMC y otras organizaciones se revisaron a la baja tras el estallido de la guerra en Ucrania el año pasado.
En seguida se presenta un resumen de la OMC sobre el crecimiento global y las perspectivas, con el comportamiento del comercio internacional y las afectaciones por la guerra entre Ucrania y Rusia.
Poco antes del inicio de las hostilidades, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estimaba que el PIB mundial en paridad de poder adquisitivo crecería 4.4% en 2022 y que el volumen del comercio de mercancías aumentaría 6.0 por ciento.
Al no disponer de nuevos datos económicos al inicio del conflicto, los economistas de la OMC utilizaron un modelo de simulación para calcular su posible impacto.
Estimaron que la guerra reduciría el crecimiento del PIB mundial entre 0.7 y 1.3 puntos porcentuales, situándolo entre 3.1 y 3.7 por ciento.
Mientras tanto, se esperaba que el crecimiento del comercio de mercancías se redujera a la mitad, con lo que la previsión de la OMC para octubre de 2021 bajaría de 4.7% a entre 2.4 y 3%, con escenarios pesimistas que situaban el crecimiento del comercio en un mínimo de 0.5 por ciento.
Aunque la mayoría de estas predicciones se han materializado en cierta medida, se han evitado en gran medida los peores escenarios.
En cambio, la producción y el comercio han resistido notablemente.
PIB Mundial
Las estimaciones más recientes sitúan el crecimiento de la producción en la mitad del intervalo previsto, mientras que el crecimiento del comercio superó las previsiones de la OMC en abril de 2022.
Las Perspectivas de la Economía Mundial del FMI de octubre de 2022 preveían un crecimiento del PIB de 3.2% en 2022, revisado posteriormente al alza hasta 3.4% en enero de 2023.
Su previsión del PIB para 2023 se revisó al alza al mismo tiempo, pasando del 2.7 a 2.9 por ciento.
Las previsiones de la OMC sobre el comercio de mercancías para 2022 también se revisaron al alza en octubre, hasta 3.5%, frente a 3.0% de abril.
Comercio internacional
Los resultados comerciales fueron mejores de lo esperado, lo que puede atribuirse a varios factores, entre ellos una demanda de consumo relativamente fuerte, ya que los mercados laborales se mantuvieron sólidos en las economías avanzadas.
También las presiones del transporte y de las cadenas de suministro disminuyeron en el segundo semestre de 2022, al tiempo que bajaban los fletes y retrocedían los precios de las materias primas.
A pesar de estas señales positivas, es probable que el crecimiento del comercio en 2023 siga siendo lento, ya que el endurecimiento de la política monetaria surte efecto con retardos largos y variables.
La previsión actual de la OMC de un crecimiento del comercio de mercancías de 1.0% en 2023 se revisará en abril.