El sindicato United Auto Workers (UAW) amenazó con boicotear el consumo de automóviles construidos fuera de Estados Unidos, una medida aún más drástica frente a las diversas declaraciones proteccionistas del presidente estadounidense, Donald Trump.
Boicotear implica pedir o entorpecer la realización de un acto o de un proceso, o el consumo de un producto, como medida de presión para conseguir algo.
“Si no es hecho en Estados Unidos, no lo compre”, dijo Dennis Williams, presidente del UAW, en respuesta a preguntas de medios sobre el hatchback Chevrolet Cruze de General Motors, armado en México, y sobre el SUV Buick Envision, que GM importa desde China.
United Auto Workers está trabajando en una campaña publicitaria para la promoción del mensaje de “Compre estadounidense”, dijo Williams. “Podrían volver los boicots”, advirtió.
El UAW era especialmente conocido por ganar salarios altos y pensiones para los trabajadores de automóviles, pero no pudo sindicalizar las plantas automotrices construidas por los fabricantes extranjeros de automóviles en el Sur del país después de la década de 1970.
El sindicato entró en una disminución constante de su membresía, afectado por la disminución en el uso de la mano de obra, movimientos de la manufactura, incluyendo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y un aumento de la globalización.