La amenaza de Brasil de denunciar el ACE 55 en 2012 puso en evidencia un problema estructural que enfrenta la relación comercial entre México y Brasil: el marco jurídico que la regula.
Ante todo, el ACE 55, que incluye también a Argentina y Uruguay, entró en vigor en el 2003, eliminó los aranceles al comercio de autos entre México y Brasil desde el 2007 y se ha renegociado desde el 2012, con la fijación de cupos, por demanda del gobierno brasileño.
El 16 de marzo de 2015, México y Brasil modificaron nuevamente el ACE 55, mediante lo cual pactaron establecer a partir del 19 de marzo de 2015 y hasta el 18 de marzo de 2019 cupos de importación para vehículos automóviles, con un monto anual topado hasta por 1,560 millones de dólares por cada parte y con un incremento interanual de 3% cada año.
Tras ese periodo, habría libre comercio en el sector, pero Brasil ha pedido nuevamente mantener cupos.
Primeramente, el ACE 55 es un instrumento suscrito en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi). El artículo XXIV del GATT establece que los acuerdos comerciales preferenciales deben ser de cobertura amplia, evitando la suscripción de acuerdos sectoriales.
Sin embargo, a través de la cláusula conocida como de habilitación, el GATT establece una dispensa de las obligaciones aplicables a las zonas de libre comercio, aplicable a los países en desarrollo. Aludiendo a esta dispensa, en el marco de la Aladi se han suscrito diversos acuerdos sectoriales, incluyendo el ACE 55.
ACE 55, pacto limitado
Pero los acuerdos sectoriales presentan diversos problemas, según la consultoría Iqom. El conflicto automotriz México y Brasil evidenció uno de ellos. Un acuerdo de libre comercio amplio, de cobertura universal, permite que se repartan los beneficios para las partes en diversos sectores. Los sectores más beneficiados son contrapeso de aquéllos con menores resultados.
Si México y Brasil contasen con un acuerdo de libre comercio que incluyese la gran mayoría de los productos, de conformidad con el artículo XXIV del GATT, el gobierno brasileño difícilmente hubiese podido poner en la mesa la denuncia del mismo, de acuerdo con Iqom. Ello hubiera implicado, en la práctica, castigar a exportadores brasileños exitosos a México en otros sectores, para atender sus preocupaciones en el sector automotriz.
Contexto brasileño
A principios de 2012, los sindicatos del sector automotriz de Brasil solicitaron a las autoridades de ese país denunciar el ACE No. 55. Lo anterior, en respuesta al crecimiento registrado en los meses previos en las importaciones brasileñas de vehículos de México.
En consecuencia, el gobierno brasileño solicitó al mexicano modificar los términos del acuerdo suscrito en 2002, amenazando con denunciar el acuerdo en caso de que las autoridades mexicanas no accedieran a la petición brasileña. Después de varias semanas de negociaciones, el 15 de marzo de ese año los gobiernos de ambas naciones alcanzaron un arreglo para regular el comercio.
Así pues, el ACE 55 entró en vigor en el 2003, eliminó los aranceles al comercio de autos entre ambos países desde el 2007 y se renegoció en marzo del 2012, con el establecimiento de cupos y el compromiso de regresar al libre comercio en tres años, para luego posponerse la apertura otros cuatro años más.
El último año de vigencia del cupo bilateral transcurre del 19 de marzo de 2018 al 18 de marzo de 2019, por un monto límite de autos exportados por 1,705 millones de dólares por cada parte.