Los precios del gas natural han variado fuertemente entre las regiones, con una subida interanual de los precios europeos de 350% en agosto, destacó la Organización Mundial de Comercio (OMC) en un informe difundido este miércoles.

Mientras tanto, los precios estadounidenses subieron 120% en el mismo mes, pero se mantuvieron muy por debajo de los niveles europeos (8.80 dólares por millón de BTU frente a 70 dólares en Europa).

La demanda europea de gas natural licuado (GNL) para complementar los reducidos suministros de la Federación Rusa también ha hecho subir los costes energéticos en Asia, donde el precio del GNL subió un 87% en agosto.

Aunque los precios del gas en Europa se han moderado recientemente, con una caída del 34% entre el 31 de agosto y el 23 de septiembre, siguen siendo elevados en comparación con los niveles históricos.

También los precios del petróleo han retrocedido desde los últimos máximos, lo que posiblemente indica una menor demanda mundial y no una mejora de la situación de la oferta.

Gas natural

En general, la crisis ucraniana ha hecho subir los precios de los productos básicos, en particular los combustibles, los alimentos y los fertilizantes.

El siguiente gráfico muestra los índices de precios mundiales de los productos básicos a la izquierda y los precios del gas natural por regiones a la derecha.

En agosto, los precios de la energía subieron 78% en forma interanual, encabezados por el gas natural, que subió 250 por ciento.

El aumento de 36% del precio del crudo en el mismo periodo fue pequeño en comparación, pero sigue siendo significativo para los consumidores.

Primary commodity prices, January 2019-August 2022. Index 2019=100 and US$ per million Btu.

La OMC espera que el volumen del comercio mundial de mercancías crezca 3.5% en 2022 antes de ralentizarse a 1.0% en 2023 (revisado a la baja desde el 3.4 por ciento).

Por otro lado, la OMC estima que el PIB mundial a tipos de cambio de mercado aumentará 2.8% en 2022 y 2.3% en 2023 (revisado a la baja desde 3.2 por ciento).

El comercio y la producción se verán lastrados por varias perturbaciones conexas, como la guerra de Ucrania, los elevados precios de la energía, la inflación y el endurecimiento monetario.