El presidente de China, Xi Jinping, afirmó que su país impulsará una red de acuerdos comerciales como una herramienta del desarrollo de ese país, en contraste con la política anunciada por el presidente electo estadounidense, Donald Trump.
“Apostaremos por una red de acuerdos comerciales libres y abiertos”, dijo Xi, en el Foro Económico de Davos, Suiza, el primero en el que participa un mandatario chino.
China ha dicho que responderá a cualquier afectación que intente hacer Trump a la economía china. Estratégica, como ha sido por tradición, esta nación comenzó a moverse en reacción a la iniciativa del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP).
Firmado el 4 de febrero de 2016, el TPP está integrado por Australia, Brunei, Canadá, Chile, Estados Unidos, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam. Trump se ha opuesto a este acuerdo.
De no aprobarse el TPP y sí, en cambio, la Asociación Regional Económica Integral (RCEP, por su sigla en inglés), un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre 16 países, la economía de China obtendría ganancias por 88,000 millones de dólares, de acuerdo con un estudio financiado por el gobierno Gran Bretaña.
La RCEP está conformada por China, Filipinas, Malasia, Indonesia, Singapur, Tailandia, Brunei, Vietnam, Laos, Birmania, Camboya, Japón, Corea del Sur, Australia, India y Nueva Zelanda.
China se está beneficiando de su integración con Asia, el único continente que tiene un gran comercio con tasas dinámicas de crecimiento. También ese país asiático se encuentra en un momento clave para la internacionalización de sus empresas, un proceso que ha causado alerta en el mercado de Estados Unidos.
“Hemos de promover la liberalización del comercio y la inversión diciendo no al proteccionismo. Porque nadie saldrá vencedor de una guerra comercial”, advirtió Xi, en Davos. “Nos guste o no, la economía global es el gran arbusto del que no podemos escapar. Cada uno debe elegir el mejor camino y el ritmo que se adapte a sus necesidades.”
En lo que aparentemente otra réplica a los cuestionamientos de Trump, de que China hace devaluaciones competitivas para fortalecer sus exportaciones, Xi dijo: “No vamos a lanzar una guerra de divisas.”
De acuerdo con el presidente Xi, la economía mundial debe optar por nuevos motores de crecimiento. Debemos continuar buscando nuevos senderos de crecimiento para la economía mundial. Pero la gobernanza global inadecuada también dificulta la tarea de afrontar estos problemas. Hemos de contar con un modelo de transformación basado en la innovación, y aprovechar las ventajas de la Cuarta Revolución Industrial.
“Muchos de los problemas que ahora tiene la economía global no proceden de la globalización”, agregó Xi. “La crisis financiera no fue resultado de la globalización sino de la falta de regulación adecuada y la búsqueda de beneficios a toda costa”.