De aprobarse los cambios propuestos por Estados Unidos sobre las reglas de origen automotrices en la actualización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), se distorsionaría el mercado laboral en la región, opinó Luis Aguirre, presidente del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index).
Estados Unidos propuso que 40% del contenido de un automóvil se fabrique utilizando mano de obra pagada de 16 dólares o más por hora para tener derecho a ser exportado sin cobro de aranceles en el marco del TLCAN. Para una camioneta pick up, elevó el mismo tipo de requisito a 45 por ciento.
Aguirre adujo que no es lógico poner este tipo de umbral salarial porque el costo de vida en Canadá y Estados Unidos es marcadamente diferente al de México.
Los trabajadores manufactureros mexicanos reciben un promedio de 20 dólares por día, y los que se dedican a la fabricación de automóviles ganan alrededor de 25 dólares. En comparación, los empleados de la manufactura en Estados Unidos reciben un promedio de 160 dólares por día.
Aguirre expuso que de pagarse un salario igual a un empleado mexicano que a uno estadounidense, el correspondiente al mexicano tendría un mayor poder adquisitivo; pero además ese mismo salario se le tendría que pagar al resto de sus connacionales que hicieran iguales labores en México.
El Artículo 123 de la Constitución Política de México establece que “para trabajo igual debe corresponder salario igual, sin tener en cuenta sexo ni nacionalidad”.
Esto significa que si en una línea de producción un trabajador hace, por ejemplo, un limpiaparabrisas para una camioneta pick up con un salario de 16 dólares por hora, a otro trabajador que también fabrica el mismo limpiaparabrisas para un auto sedan en la misma empresa, tendrá que recibir igualmente un salario de 16 dólares por hora.
“La propuesta automotriz de Estados Unidos distorsiona el mercado laboral, va en contra de la Ley de Trabajo e incrementa la desigualdad social”, comentó Aguirre.
Otros problemas que podrían generar las reglas de origen sugeridas por Estados Unidos se darían al interior de los sindicatos mexicanos, con trabajadores con posibles sueldos altos en unos años, alcanzando el umbral exigido, frente a otros con sueldos cinco veces más bajos.
Aguirre dijo que está a favor de aumentar los salarios en México si económicamente se justifica, a la vez que destacó que una de las ventajas comparativas del país es el costo de la mano de obra, la cual permite hacer sinergia con la parte de investigación y desarrollo de Canadá y Estados Unidos.
“Estamos hablando de economías diferentes, de modos de vida diferentes, y una de las ventajas que tiene México la estamos cediendo a lo tonto”, concluyó.