De las aproximadamente 2,100 millones de toneladas de mercancías importadas y exportadas desde Estados Unidos en 2020, 70% pasó por puertos marítimos estadounidenses.
En general, los puertos, aeropuertos, pasos fronterizos y corredores intermodales de Estados Unidos facilitan gran parte del comercio internacional.
Así que una parte importante de estas mercancías llega y sale de los puertos estadounidenses en contenedores de 40 pies apilados en grandes buques de carga.
Un aumento en el comercio con China ha dado lugar a un mayor comercio que se mueve a través de los puertos de la costa del Pacífico, y el Canal de Panamá recientemente ampliado permite que buques más grandes transiten entre los océanos Atlántico y Pacífico.
Según el Departamento de Transporte de Estados Unidos, de 2015 a 2019, el número de unidades equivalentes de 20 pies (TEU) de carga en contenedores manejada por los 25 principales puertos de Estados Unidos aumentó 18.6 por ciento.
Con el paso del tiempo, las empresas se han vuelto cada vez más dependientes de una combinación de cadenas de suministro globales y nacionales para proporcionar productos y servicios que satisfagan las demandas de los consumidores estadounidenses.
También cada vez más, las cadenas de suministro estadounidenses dependen de materiales, tecnologías, mano de obra e instalaciones de producción situadas en el extranjero.
Desde 1970, el comercio en relación con el Producto Interior Bruto (PIB) de Estados Unidos se ha duplicado con creces, pasando de 10.7% del PIB a 26,3% del PIB en 2019.
Puertos marítimos
A medida que el comercio mundial de contenedores ha crecido, los buques portacontenedores han aumentado constantemente de tamaño.
Los modernos buques portacontenedores ultra grandes (ULCV) pueden transportar más de 21,000 TEUs de carga en contenedores.
Muchos puertos estadounidenses tienen limitaciones en la altura de los puentes o en la profundidad de los canales que restringen su capacidad para recibir las clases más grandes de buques.
Además, el Departamento de Transporte refiere que muchos puertos marítimos estadounidenses carecen de la capacidad y el equipamiento necesarios para atracar, descargar y cargar eficazmente los buques más grandes.
El aumento de la carga que sale de los buques más grandes también puede poner a prueba la infraestructura y las operaciones en tierra. Como resultado, un mayor tráfico de contenedores fluye a través de un menor número de puertos estadounidenses con la capacidad en tierra y en el mar para manejar los buques más grandes y su carga.
En la actualidad, más de 95% de los contenedores que se manipulan en Estados Unidos fluyen a través de los 25 principales puertos de contenedores, y casi 80% procede de los 10 primeros.
Asimismo, 40% de estos contenedores fluyen a través de sólo dos puertos: Los Ángeles y Long Beach.