La rapidez de la recuperación mundial ha afectado el suministro de productos básicos, destacó el Banco de Italia.

A pesar de los riesgos vinculados a las nuevas variantes del virus, la recuperación mundial continúa.

El comercio ha vuelto a los niveles anteriores a la pandemia, pero han surgido tensiones por el suministro de productos básicos e insumos intermedios, en parte debido a la rapidez de la recuperación.

Desde el ángulo del banco central de Italia, los cuellos de botella en la oferta podrían afectar los precios en Estados Unidos durante más tiempo de lo previsto inicialmente. Los precios del gas natural han subido significativamente, especialmente en Europa.

En verano, la propagación de la variante Delta al principio provocó un aumento de la infección a escala mundial, pero el aumento de las muertes fue menos marcado en las zonas con altas tasas de vacunación.

Por una parte, las tasas de infección han disminuido gradualmente desde septiembre, por debajo de los niveles de principios de julio.

Por otro lado, la movilidad ha seguido aumentando en todas partes, volviendo a niveles cercanos a la pandemia.

Recuperación mundial

Las campañas de vacunación se han ralentizado en las zonas en las que se encontraban en una fase más avanzada (Estados Unidos, Reino Unido y eurozona); se han acelerado considerablemente en Japón; y todavía están muy rezagados en las economías de bajos ingresos.

En el segundo trimestre, el PIB siguió creciendo a un ritmo constante en Estados Unidos.

En Reino Unido registró una fuerte recuperación, con la flexibilización de las restricciones, y subió moderadamente en Japón.

La actividad económica recuperó su nivel a finales de 2019 en Estados Unidos, mientras que todavía se encuentra por debajo de este nivel en Japón y Reino Unido, 1.4 y 3.3 puntos porcentuales, respectivamente.

Mientras tanto, los índices de gerentes de compras (PMI) sugieren que el crecimiento aún se mantuvo con fuerza en los Estados Unidos y el Reino Unido en el tercer trimestre, aunque se desaceleró.

Para Japón, indican una débil recuperación del sector manufacturero y una contracción de los servicios, este último afectado por la extensión de las medidas restrictivas.

En China, el crecimiento del PIB se desaceleró considerablemente, en parte debido a la caída del sector inmobiliario, que se vio afectado por la quiebra del grupo Evergrande.