La representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, y la secretaría de Economía de México, Raquel Buenrostro, acordaron continuar las consultas en la controversia comercial sobre energía iniciada por ambos países.
“Tai subrayó la importancia de avanzar rápidamente para abordar los problemas en el sector energético de México que Estados Unidos identificó en su solicitud de consultas del 20 de julio de 2022 bajo el T-MEC”, dijo la Representación Comercial de Estados Unidos (USTR, por su sigla en inglés), en un comunicado.
Tai comentó además sobre la importancia de evitar una interrupción en las exportaciones de maíz de Estados Unidos y regresar a un proceso de aprobación regulatoria basado en la ciencia y el riesgo para todos los productos biotecnológicos agrícolas en México.
Ambas funcionarias concluyeron este jueves su primera reunión, en formato virtual.
“(Tai y Buenrostro) se comprometieron a continuar las consultas y habilitar los grupos de trabajo entre ambos países, privilegiando el diálogo continuo”, dijo la Secretaría de Economía a través de su cuenta de Twitter.
Recientemente, el gobierno mexicano ha adoptado varias medidas para favorecer a la empresa estatal de energía eléctrica (CFE) y a la empresa estatal de petróleo y gas (Pemex) a expensas de los inversionistas extranjeros, según la USTR.
Es por eso que Estados Unidos y Canadá han activado el mecanismo de resolución de disputas de Estado a Estado bajo el Capítulo 31 del Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (T-MEC) al participar en consultas con México.
Raquel Buenrostro
En las renegociaciones del TLCAN, Estados Unidos buscó preservar y fortalecer la inversión, el acceso al mercado y las disciplinas de las empresas estatales que benefician a la producción y transmisión de energía.
Además, los objetivos de la negociación establecían que Estados Unidos apoyaba la seguridad e independencia energética de América del Norte y promovía la continuación de las reformas de apertura del mercado energético.
México pidió específicamente una modernización de las disposiciones energéticas del TLCAN.
El T-MEC mantiene el reconocimiento de la propiedad nacional de México sobre todos los hidrocarburos.
También el T-MEC mantiene la solución de controversias entre Estados Unidos y México en lo que respecta a los contratos gubernamentales en el sector energético y otros sectores.
Este Tratado pondrá fin a la ISDS para las disputas entre Estados Unidos y Canadá, así como para las que se produzcan entre México y Canadá.
Algunos observadores afirman que durante las negociaciones del T-MEC había mucho en juego para la industria norteamericana del petróleo y el gas, especialmente en lo que respecta a México como mercado energético para Estados Unidos.
Aunque México era tradicionalmente un exportador neto de hidrocarburos a Estados Unidos, este país tiene un superávit comercial en el comercio de energía con México como resultado de la disminución de la producción petrolera mexicana, el descenso de los precios del petróleo y el aumento de las exportaciones estadounidenses de gas natural y petróleo refinado a México.
El crecimiento de las exportaciones estadounidenses se debe en gran medida a las reformas de México, que han impulsado la inversión estadounidense en la generación de electricidad con gas natural y en el mercado de la gasolina al por menor.