La Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés) podría cambiar el comercio regional de manera que afecte a los intereses económicos de Estados Unidos, de acuerdo con un análisis del Congreso estadounidense.
También el mismo análisis concluye la RCEP podría reducir la actividad comercial de Estados Unidos si los miembros cambian el comercio hacia los competidores de Estados Unidos, y las cadenas de suministro se reorientan para capitalizar las reducciones arancelarias y las normas de origen del RCEP.
Además, la evaluación congresal considera que las nuevas normas comerciales en Asia, que pueden no reflejar las prioridades de negociación de Estados Unidos, como en el comercio digital, podrían perjudicar la competitividad de Estados Unidos; aunque esto puede ser compensado por los TLC existentes de Estados Unidos con algunos socios de la RCEP y el futuro Marco económico indopacífico para la prosperidad (IPEF, por su sigla en inglés).
Al mismo tiempo, las empresas estadounidenses que fabrican en la región podrían concentrar más sus operaciones si las normas de origen de la RCEP reducen los costes de los insumos y se benefician de la reducción de las barreras no arancelarias.
Ante la preocupación de que el RCEP (y el TIPAT) puedan perjudicar a Estados Unidos, algunos miembros del Congreso estadounidense instaron a la Administración a desarrollar una estrategia comercial más sólida para Estados Unidos, presionando la participación en el TIPAT, un acuerdo comercial digital regional y la ampliación del alcance del IPEF para cubrir el acceso al mercado.
RCEP
La expiración de la Autoridad para la Promoción del Comercio (TPA), en la que el Congreso establece los objetivos y procedimientos de negociación de Estados Unidos, puede determinar el alcance de la influencia del Congreso y los enfoques de Estados Unidos en la región.
La RCEP es un acuerdo comercial, firmado a finales de 2020 tras ocho años de conversaciones, entre los 10 miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) –Brunéi, Birmania (Myanmar), Camboya, Indonesia, Laos, Malasia, Filipinas, Singapur, Tailandia y Vietnam– y cinco socios del acuerdo de libre comercio (TLC) de la ASEAN –Australia, China, Japón, Nueva Zelanda y Corea del Sur-.
El RCEP entró en vigor en enero de 2022 tras ser ratificado por seis países de la ASEAN y tres de fuera de ella. Hasta la fecha, aún no ha sido ratificado por Filipinas y Myanmar.
Aunque en general la RCEP tiene compromisos menos amplios que otros acuerdos comerciales recientes (por ejemplo, el TIPAT o el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá -T-MEC-), muchos analistas consideran que la RCEP es un logro para el sistema comercial multilateral, que se enfrenta a innumerables desafíos.
El peso económico colectivo de sus miembros confiere a la RCEP el potencial de profundizar en algunos patrones comerciales y cadenas de suministro en Asia mediante la reducción de los costes comerciales y la racionalización de las normas.