La producción de manufacturas en Estados Unidos repuntó en los últimos años y podría mantener esa tendencia durante la administración del presidente Donald Trump, estimó Luis Aguirre, presidente del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index).
A pesar de su relativamente bajo rango en el sector manufacturero como porcentaje del PIB, los Estados Unidos parecen haber superado a muchos otros países ricos en el crecimiento del valor agregado manufacturero en los últimos años.
Entre el año de recesión de 2008 y 2016, el valor agregado de Estados Unidos en la manufactura, ajustado a la inflación, aumentó 2.7%, de acuerdo con los datos de Estados Unidos.
Esto fue más rápido que el crecimiento del valor agregado manufacturero durante el mismo período en Canadá, Brasil, Italia, Japón y el Reino Unido.
China, Corea del Sur, México y Alemania tuvieron un crecimiento mucho más rápido en el valor agregado de la manufactura que los Estados Unidos durante el mismo período, después de ajustar la inflación.
Durante la Convención Nacional Index, celebrada en la ciudad de Chihuahua, Aguirre destacó que México se encuentra en un selecto grupo de países que ha incrementado su producción de manufacturas en los últimos años, lo que fortalece su posición ante la perspectiva de una competencia frontal en el comercio exterior de las dos mayores economías del mundo.
Manufacturas al alza
La participación de Estados Unidos en la actividad manufacturera del mundo disminuyó del 28% en 2002, después del final de una recesión en Estados Unidos, al 16.5% en 2011. Para 2016, último dato disponible, la cuota de Estados Unidos aumentó a más del 18%, la mayor desde 2009.
Estas estimaciones se basan en el valor de la fabricación de cada país en dólares estadounidenses; parte de la disminución en la participación de los Estados Unidos se debió a una baja del 23% en el valor del dólar entre 2002 y 2011, y parte del aumento posterior es atribuible a un dólar más fuerte.
Trump intenta frenar sobre todo el avance de China en las industrias más avanzadas, argumentando preocupaciones de seguridad nacional; pero en ese objetivo ha restringido drásticamente las importaciones chinas en el mercado estadounidense.