La Organización Mundial de Comercio (OMC) comunicó que hay varios indicios de que se puede producir un repunte del comercio en la segunda mitad de 2016, aunque probablemente el ritmo de la expansión seguirá siendo moderado.
“El tráfico portuario de contenedores ha crecido, los pedidos de exportación han aumentado en Estados Unidos y las corrientes comerciales nominales expresadas en dólares de Estados Unidos se han estabilizado, pero los riesgos siguen siendo muchos”, dijo en un reporte.
Las perspectivas para lo que resta de año y el año entrante se ven afectadas por varios elementos de incertidumbre, como la volatilidad financiera derivada de los cambios en la política monetaria de los países desarrollados, la posibilidad de que el auge de la retórica contraria al comercio tenga una influencia cada vez mayor en la política comercial y los efectos potenciales de la consulta del Brexit celebrada en el Reino Unido, que ha acentuado la incertidumbre sobre los futuros arreglos comerciales en Europa, una región en la que el crecimiento de los intercambios ha sido relativamente fuerte.
El resultado del referéndum británico no dio lugar a una recesión inmediatamente observable de la actividad económica medida por la producción industrial o el empleo; su principal efecto fue una caída del 13% del tipo de cambio de la libra frente al dólar de Estados Unidos y una pérdida de valor del 11% respecto del euro. Queda por ver cuáles serán los efectos a más largo plazo.
La OMC agregó que las previsiones económicas para el Reino Unido en 2017 son desde moderadamente optimistas hasta bastante pesimistas. Su pronóstico se sitúa a medio camino: desaceleración del crecimiento el año próximo, sin llegar a una recesión propiamente dicha.
También expuso que se han señalado diversos factores para explicar la disminución de la relación entre el crecimiento del comercio y el del PIB en los últimos años, entre otros, los cambios en el contenido de importaciones de la demanda, la falta de liberalización del comercio, el creciente proteccionismo, la contracción de las cadenas de valor mundiales y posiblemente el papel cada vez más importante de la economía digital y el comercio electrónico, pero es probable que todos ellos hayan influido.
Sea cual sea la causa, concluyó, la reciente tendencia a un comercio y un crecimiento económico débiles apunta a la necesidad de comprender mejor la evolución de las relaciones económicas mundiales.