Los requerimientos de contenido local en el sector energético de México pueden representar un desafío para las empresas participantes, estimó el Departamento de Comercio de Estados Unidos.
En México, la Ley de Hidrocarburos estipula un requisito de contenido nacional en las asignaciones y en los contratos. La Secretaría de Economía publicó en 2014 la metodología para calcular el porcentaje mínimo de contenido nacional.
La ley determina que el contenido nacional irá aumentando de forma gradual, de un porcentaje mínimo del 25% en 2015 al 35% en 2025. El requisito de contenido nacional será menor en actividades realizadas en aguas profundas y ultra profundas, debido al tipo de tecnología que se requiere, la que podría no existir en el país.
En 2014, la Secretaría de Energía, con opinión de la Secretaría de Economía, estableció los umbrales de los requisitos de contenido nacional, los cuales son distintos según se trate de asignaciones o contratos, actividad de exploración o extracción, o zonas terrestres o marítimas.
La Secretaría de Economía es responsable de monitorear que se cumpla con los requisitos de contenido nacional.
Según un reporte del Departamento de Comercio, los bajos precios del petróleo y la mayor competencia de las empresas privadas han ocasionado que Pemex sufra enormes pérdidas en los últimos años, y están afectando el entorno de inversión en México, además de amenazar con hacer fracasar el éxito de las reformas energéticas de México.
Como resultado, Pemex ha reducido los gastos de capital y el empleo, e informó que eliminó el cuarenta por ciento de sus puestos directivos el año pasado.
En 2016, los recortes presupuestarios totalizaron 22% y el presupuesto de Pemex de 2017 se redujo en 5,300 millones de dólares a 20,700 millones de dólares.
El gobierno mexicano estima que los recortes presupuestarios harán que la producción de petróleo baje a 1.9 mbpd, la más baja desde 1980.
Si bien los términos regulatorios y fiscales de México para los proyectos upstream de petróleo y gas son razonables, los requerimientos de contenido local pueden crear desafíos para los proveedores de equipos y servicios de petróleo y gas que exportan a México.